MADRID, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho este martes que el Gobierno de Pedro Sánchez "parecen empleados" de las grandes empresas eléctricas, al tiempo que ha vuelto a advertir de que, si la reforma constitucional del sector eléctrico no sale adelante en el país norteamericano, "pasaría lo que está sucediendo ahora en España".
"Con todo respeto, parecen empleados", ha dicho el mandatario mexicano en su rueda de prensa diaria, donde ha avisado de que, sin la reforma constitucional, las empresas eléctricas "terminan por apoderarse de todo el mercado eléctrico". "Pasaría lo que está sucediendo ahora en España, que las tarifas de luz para el usuario están por las nubes", ha continuado.
En este sentido, ha aludido al fichaje del socialista Antonio Miguel Carmona, recién nombrado vicepresidente de Iberdrola España. "Al igual que aquí Iberdrola contrató a la secretaria de Energía (Georgina Kessel) y al expresidente (Felipe) Calderón, allá lo hicieron con un dirigente del PSOE, un político, sólo para mostrar su prepotencia y decir 'nosotros mandamos'", ha indicado. A su juicio, los que se oponen a la reforma en México es porque gozan de privilegios en el sistema actual.
Respecto a su reforma, ha remarcado que la iniciativa no busca expropiar, ya que el 46 por ciento del mercado eléctrico estaría en manos de las empresas privadas, a las que ha avisado de que, si buscan "robar, que se vayan a otro lado", según ha recogido el diario 'La Jornada'. Por otra parte, ha puntualizado que en México ya no se permite que las empresas extranjeras vean al país como "tierra de conquista".
No es la primera vez que López Obrador alude a España mientras defiende su reforma constitucional del sector eléctrico, que busca impulsar el papel de la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la industria para frenar el aumento del precio de la luz. También ha criticado el papel de Iberdrola en el mercado energético de México en ocasiones anteriores.
El mandatario azteca envió a la Cámara de los Diputados la reforma que busca reducir la participación privada en el mercado eléctrico a favor de la CFE. En concreto, la propuesta busca modificar varios artículos constitucionales que otorgarían a la empresa estatal una mayor participación en la producción eléctrica del país, pasando del 36% al 54% de la energía eléctrica de México.
Asimismo, la propuesta busca eliminar las diferentes filiales de la estatal para generar una sola empresa con personalidad jurídica propia que se encargue de la generación, distribución y administración energética producida.
También se eliminarían los contratos de autoabasto y de Productores Independiente de Energía (PIE), los cuales son utilizados por grandes cadenas comerciales para producir y comprar electricidad.
La reforma constitucional también recoge la desaparición de los reguladores energéticos, que son la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Estos han sido acusados por el presidente de "beneficiar al sector privado". De llevarse a cabo la reforma, la estructura y atribuciones de los reguladores los llevaría a cabo la Secretaría de Energía.
Otras propuestas del texto presentado ante la Cámara son la eliminación de concesiones de litio y de certificados de energías limpias y el regreso a la CFE del Centro Nacional de Control de la Energía (Cenace), que opera el sistema eléctrico nacional, así como el mercado eléctrico mayorista azteca.
Adicionalmente, el texto plantea que CFE determine las tarifas de transmisión y distribución, además de recoger el establecimiento de contratos para la compra de energía del sector privado con un régimen distinto al actual.