El presidente de Nigeria ordena investigar el gasto militar de sus predecesores

ABUJA, 24 Ago. (Reuters/EP) -

El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, ha ordenado este lunes una investigación sobre las adquisiciones de material militar de sus dos predecesores para intentar erradicar la corrupción y cumplir su promesa electoral de detener a la insurgencia terrorista Boko Haram.

Buhari ha comunicado al Consejo Nacional de Seguridad (NSA) que ha creado una comisión para investigar las compras de defensa durante los ocho últimos años, cuando el Partido Democrático del Pueblo estaba en el poder, según ha anunciado su portavoz, Femi Adesina, en un comunicado.

La comisión está formada por 13 miembros, principalmente por autoridades militares retiradas, aunque también incluye a un ejecutivo de la Comisión de Delitos Económicos y Financieros, ha explicado Adesina.

"La comisión investigará específicamente las acusaciones de irregularidades en la compra de material y la exclusión de cambiar logísticas importantes de obtención de armas en las administraciones anteriores", se detalla en el comunicado. El Ejército de Nigeria ha comentado en repetidas ocasiones que necesita armas para luchar contra los rebeldes.

Buhari ha asegurado que Nigeria planea aumentar la producción nacional de armas para el Ejército, en un esfuerzo para disminuir la dependencia del país en la importación de esta mercancía.

En 2014, estalló una disputa diplomática después de que Sudáfrica embargase 15 millones de dólares (unos 13 millones de euros) en fondos que Nigeria argumentó que eran acuerdos de compra de armas legítimas para las Fuerzas Armadas.

Hace dos décadas el Ejército nigeriano se consideraba una fuerza para la estabilidad en África occidental con un entrenamiento relativamente bueno y unas tropas mejor equipadas. Ahora lucha por mantener el control debido a que la insurgencia, con una trayectoria de seis años, incluso amenaza a los estados vecinos.

Buahari llegó al poder el 29 de mayo, tras una victoria que debió, en gran parte, a su promesa de derrotar a Boko Haram, cuyos combatientes han matado a miles de personas y han provocado 1,5 millones de desplazados.