MADRID 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, ha sido reelegido este domingo como presidente de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) durante la misma jornada en la que se ha anunciado la imposición del requisito de visado a los ciudadanos de Malí, Burkina Faso y Níger, que el sábado anunciaron la creación de la llamada Confederación de la Alianza de Estados del Sahel, una asociación entre los tres países desvinculada de la CEDEAO.
"He aceptado continuar al servicio de los grandes miembros y de las grandes mentes comprometidas con los valores democráticos y con nuestro camino en la región", ha expresado Tinubu durante su intervención en la 65 Sesión Ordinaria de la Autoridad de Jefes de Estado y de Gobierno de la CEDEAO celebrada en Abuya, según la agencia de nigeriana de noticias NAN.
Los países del organismo han tomado esta decisión confiando en que Tinubu garantizará "continuidad" y "coherencia" a los objetivos en materia de seguridad, reconciliación y desarrollo, tal y como consideran que ha hecho durante su primer año de mandato.
Además, ha nombrado como enviados especiales a Burkina Faso, Malí y Níger al presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, y al presidente de Togo, Faure Gnassingbé, con el objetivo de reducir el reciente distanciamiento entre estos tres países, gobernados por juntas militares, con el resto de países de la CEDEAO. Faye ya ha mostrado anteriormente una posición favorable a dialogar con estas tres naciones para una reconciliación entre ambas partes.
Los líderes militares de Burkina Faso, Níger y Malí han culminado su primera cumbre en Niamey, la capital nigerina, con la firma de un tratado que señala el nacimiento de la llamada Confederación de la Alianza de Estados del Sahel, una alianza política, militar y económica entre tres países unidos por el mandato de una junta militar aparecida a raíz de un golpe de Estado, y su distanciamiento de los organismos regionales y Occidente en favor de Rusia.
Los países del Sahel han experimentado un aumento significativo de la inseguridad desde 2015 tanto por la presencia de la rama de Al Qaeda en el Sahel, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), como otros grupos yihadistas relacionados con Estado Islámico, lo que ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.