El principal partido opositor rechaza la idea y subraya que el laicismo garantiza "la paz social"
ESTAMBUL, 26 Abr. (Reuters/EP) -
El presidente del Parlamento de Turquía, Ismail Kahraman, ha asegurado que su país necesita tener una constitución "religiosa" que abandone el laicismo, toda vez que la mayoría de la población es musulmana.
"La nueva constitución no debería contemplar el laicismo", ha afirmado el presidente del Parlamento, en declaraciones publicadas por los medios de comunicación turcos. "Tiene que discutir sobre religión, no debe ser profana la nueva constitución, debe ser una constitución religiosa", ha asegurado.
Como presidente del Parlamento, Kahraman es responsable de supervisar el proceso de elaboración del nuevo proyecto constitucional. El AKP tiene 317 de los 550 escaños del Parlamento y necesitaría unos 330 votos para someter a referéndum un nuevo texto, lo que implica que necesitará el apoyo de más parlamentarios de otras formaciones.
Kemal Kilicdaroglu, el jefe de la principal formación opositora, el laico Partido Republicano del Pueblo (CHP), ha dejado claro su rechazo a la propuesta planteada por el presidente del Parlamento. "El laicismo es el principio primario de la paz social. El laicismo está ahí para garantizar que todos tienen libertad religiosa", ha afirmado, en un mensaje publicado en su cuenta de la red social Twitter.
Miembro de la OTAN, Turquía, que aspira a incorporarse a la Unión Europea, ha sido elogiada por otros países por su modelo de país laico y democrático con una mayoría de población musulmana.
Kahraman ha afirmado que la Constitución vigente ya era religiosa por declaraba las festividades islámicas como días festivos, aunque no llegara a mencionar a Alá directamente.
Tras estas declaraciones, el presidente de la comisión constitucional, Mustafá Sentop, ha asegurado que el borrador mantiene el precepto del laicismo y que el AKP no ha discutido su retirada.
CONSTITUCIÓN TURCA
Turquía enmendó su Constitución de 1924 para retirar el islam como religión oficial. Los historiadores consideran que esta medida fue la base de la república laica, democrática y moderna que rige el país.
La gran mayoría de la población de Turquía es de religión musulmana suní, aunque una quinta parte de sus 78 millones de habitantes son alevíes, una corriente que surge de las tradiciones chií, sufí y anatolia. Además, el país acoge a unos 100.000 cristianos y unos 17.000 judíos. Una encuesta realizada por Pew en 2013 indicó que el 12 por ciento de los turcos quieren que se aplique la sharia (ley islámica).
El gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), una formación islamista, está presionando para aprobar un nuevo texto constitucional que reemplace al actual, que data del periodo posterior al golpe de Estado de 1980.
Los críticos con el Gobierno temen que pueda concentrar demasiado poder en las manos del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que apuesta por que el país adopte un sistema presidencial, en lugar del actual, que es parlamentario. El Ejecutivo ha prometido que los estándares europeos serán la base del nuevo texto legal.