MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Parlamento de Egipto, Alí Abdel Aal, ha hablado este domingo de "una gran conspiración" contra el país tras los atentados suicidas perpetrados durante la jornada contra dos iglesias coptas, que han dejado al menos 47 muertos.
"Estos dos atentados terroristas, así como el que golpeó a la Catedral Copta de El Cairo en diciembre, son parte de una gran conspiración que tiene como objetivo desestabilizar Egipto y alterar su firme unidad nacional", ha dicho.
Asimismo, ha afirmado que "está claro que los grupos terroristas aprovecharon los preparativos del Domingo de Ramos en Egipto para lanzar sus ataques criminales contra los cristianos coptos".
"Quieren azuzar la discordia entre musulmanes y cristianos, pero estoy seguro de que estos incidentes sólo reforzarán la unidad nacional", ha manifestado, según ha informado el diario local 'Al Ahram'.
Por último, Abdel Aal ha descrito al grupo yihadista Estado Islámico, que ha reclamado la autoría de los ataques, como un grupo "bárbaro" que busca "distorsionar" la imagen del Islam y "difundir el caos" en el país.
Este mismo domingo, el presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, ha anunciado su intención de declarar el estado de emergencia para todo el país y durante un periodo de tres meses tras los atentados.
Al Sisi ha comparecido en la televisión pública para explicar que la medida entrará en vigor "en cuanto se completen las medidas legales y constitucionales" necesarias. "Esto es solo para proteger a nuestro país (...) y evitar ataques", ha argumentado.
Estado Islámico ha publicado durante la jornada los nombres de los suicidas que se han inmolado en iglesias de las localidades de Tanta y Alejandría durante la celebración del Domingo de Ramos.
El grupo yihadista publicó en febrero un vídeo en el que amenazó a la comunidad cristiana de Egipto y mostró al terrorista que se inmoló en diciembre en una catedral copta del país.
Tras ello, se registraron varios asesinatos de coptos en la península del Sinaí, lo que provocó el desplazamiento de centenares de familias hacia otras provincias del país, huyendo de una posible oleada de atentados contra esta comunidad.
Los coptos ortodoxos, que forman el diez por ciento de la población del país, suponen la mayor comunidad cristiana de Oriente Próximo. En incidentes relativamente frecuentes, son atacados por residentes musulmanes, que queman sus viviendas e iglesias en zonas pobres.
La inseguridad de la comunidad cristiana en Egipto ha aumentado considerablemente desde que Estado Islámico se extendió por Siria e Irak en 2014, atacando a las minorías en la región.
En 2015, la formación extremista ejecutó a una veintena de cristianos egipcios en Libia, lo que llevó a Al Sisi a anunciar operaciones aéreas limitadas contra el grupo en el país vecino.