El Partido Socialdemócrata apoya la decisión de Rebelo de Sousa, mientras el resto de formaciones le achacan falta de "coraje"
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha descartado este jueves la disolución de la Asamblea de la República (Parlamento) para evitar así "crear conflictos" a pesar de los rumores sobre esta posibilidad debido a sus discrepancias con el primer ministro, António Costa.
"No cuenten conmigo para crear conflictos (...). No hay ningún deseo por mi parte de crear inestabilidad", ha manifestado Rebelo de Sousa durante un mensaje a la nación pronunciado después de una reunión de más de una hora con el propio Costa en el Palacio de Belem, la sede de la Presidencia lusa.
Sin embargo, el jefe de Estado ha asegurado que, a partir de ahora, estará "más atento e involucrado en el día a día" de Portugal para evitar que, efectivamente, en el futuro se tengan que tomar decisiones más drásticas, tal y como recoge el diario luso 'Público'.
Pese a no disolver el Parlamento, Rebelo de Sousa ha cargado contra el primer ministro Costa, a quien, aunque sin mencionarlo, ha cuestionado por no tomar decisiones políticas contra el ministro de Infraestructuras, Joao Galamba, señalado por ocultar supuestamente información relativa a la aerolínea TAP.
Las discrepancias entre Rebelo de Sousa y Costa han abierto una nueva página de la crisis política interna en Portugal. El primer ministro se ha negado recientemente a aceptar la dimisión de Galamba, a pesar de que el jefe de Estado se había manifestado a favor de tomar tal decisión.
"La responsabilidad política y administrativa es fundamental para que los portugueses crean en quienes los gobiernan", ha manifestado un Rebelo de Sousa que ha incidido en que "la responsabilidad es más que disculparse, es pagar por lo que se ha hecho o no se ha hecho".
Galamba está involucrado indirectamente con una reunión secreta en el marco de la comisión parlamentaria sobre la gestión de la aerolínea TAP, lo que motivó al ministro a presentar una dimisión que finalmente el propio Costa rechazó, motivando nuevas tensiones con el jefe de Estado.
El presidente Rebelo de Sousa, por su parte, reaccionó a esta maniobra de Costa con un inédito comunicado en el que apelaba a las "razones de peso" dadas por Galamba, "relacionadas con la percepción que tienen los ciudadanos de las instituciones públicas". Además, incidió en que estaba en juego el "prestigio" de las instituciones lusas.
La crisis desatada entre ambos líderes ha reavivado los llamamientos de los partidos opositores para el adelanto de elecciones legislativas, un paso que, finalmente, el presidente Rebelo de Sousa se ha negado a dar para evitar poner en peligro la estabilidad del país.
REACCIONES POLÍTICAS
Tras el discurso de Rebelo de Sousa, el presidente del Partido Socialdemócrata (PSD), Hugo Soares, ha aseverado que la formación suscribe las declaraciones del jefe de Estado, pues considera que "un gobierno que no asume la responsabilidad, pierde la confianza".
"En el PSD respetamos las conclusiones a las que llegue el presidente de la República", ha incidido Soares, quien además ha incidido en que, en caso de un futuro adelanto de las elecciones, la inestabilidad resultante sería responsabilidad "única y exclusivamente del presidente del Gobierno".
Sin embargo, esta posición no ha sido respaldada por el líder del partido ultraderechista Chega, Pedro Pinto, quien ha lamentado que Rebelo de Sousa no haya tenido "valentía política" para dar el paso de disolver el Parlamento. "Le ha faltado ese coraje", ha dicho.
Por su parte, el líder de Iniciativa Liberal (IL) --cuarta fuerza política del Parlamento-- Rui Rocha, ha rechazado la posición de Rebelo de Sousa pues considera que "se debe dar a los portugueses la posibilidad de decidir su futuro".
Asimismo, ha lamentado que el país ya se encuentra inmerso en la inestabilidad debido a "la lucha entre los dos palacios, el Palacio de Belem y el Palacio de San Benito (residencia del jefe de Gobierno".