La troika dice que la responsabilidad de que no se den las condiciones para las elecciones "recae en todos los partidos del gobierno de transición"
MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ha promulgado la enmienda de la Constitución de 2011 para extender otros dos años el periodo de transición abierto tras la firma del acuerdo de paz de 2018 entre el mandatario y el principal líder rebelde y actual vicepresidente primero del país africano, Riek Machar, una medida criticada por la comunidad internacional.
La Presidencia sursudanesa ha señalado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Facebook que Kiir "ha firmado oficialmente la 12ª enmienda a la Constitución de Transición de 2021, extendiendo el periodo de transición por un periodo de dos años". "La enmienda fue ratificada de forma unánime el viernes por la Asamblea Nacional durante una sesión extraordinaria", ha resaltado.
Así, la presidenta del Parlamento sursudanés, Jemma Nunu Kumba, ha destacado que la extensión tiene como objetivo "permitir al Gobierno completar las tareas esenciales pendientes contempladas en el acuerdo de paz y preparar de forma adecuada las elecciones democráticas previstas para diciembre de 2026".
La troika integrada por Estados Unidos, Reino Unido y Noruega ha publicado un comunicado en el que ha mostrado su "profunda preocupación" por la nueva prórroga del periodo de transición y ha subrayado que "demuestra el fracaso persistente y colectivo de los líderes de Sudán del Sur a la hora de crear las condiciones necesarias para celebrar unas elecciones creíbles y pacíficas, en línea con el calendario establecido y acordado públicamente".
"La responsabilidad de este fracaso recae en todos los partidos del gobierno de transición. Mientras los dirigentes de Sudán del Sur luchan por el poder y no consiguen organizar elecciones creíbles y pacíficas, el pueblo de Sudán del Sur sufre las consecuencias", ha lamentado, antes de recordar que "millones de personas se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria año tras año".
"Reconocemos que no es creíble celebrar elecciones en diciembre, como estaba previsto", ha destacado, antes de incidir en que "esto se debe a los errores de liderazgo y a la falta de voluntad política de Sudán del Sur". "Sin embargo, no podemos, en conciencia, respaldar la prolongación de un 'statu quo 'que priorice los privilegios de la élite por encima del bienestar del pueblo de Sudán del Sur", ha argumentado.
ACCIONES "URGENTES" PARA ALLANAR EL CAMINO A UNAS ELECCIONES
Por ello, ha pedido a las autoridades de transición que actúen de forma "urgente" para "crear de forma demostrable las condiciones necesarias para unas elecciones creíbles y pacíficas", incluida "la expansión del espacio político y cívico", el establecimiento de "unas fuerzas de seguridad políticamente neutrales" y unas "instituciones electorales financiadas y operativas".
Además, la troika para Sudán del Sur ha reclamado a los líderes sursudaneses un "compromiso público con el diálogo y un rechazo de la violencia como herramienta para la competición política". "Instamos a los dirigentes de Sudán del Sur a que trabajen en pos de una paz sostenible, en particular mediante la Iniciativa Tumaini de Nairobi y un diálogo amplio en Yuba", ha remarcado.
Por último, estos tres países han destacado que "también es esencial que se escuchen las voces de las mujeres y los jóvenes". "La troika sigue comprometida con el pueblo de Sudán del Sur en su viaje hacia un futuro democrático libre de conflictos", han remachado.
Durante la jornada del sábado, el jefe de la misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), Nicholas Haysom, subrayó que "sólo puede lograrse o sostenerse la paz cuando hay voluntad política, propósito común y espiraciones compartidas". "Desde mi punto de vista, Sudán del Sur aún ha de trabajar para desarrollar esas ambiciones compartidas para cuidar esas aspiraciones colectivas", sostuvo.
"Si bien esto significa que se le está pidiendo una vez más al pueblo de este país que muestre paciencia mientras espera los objetivos de paz y democracia prometidos desde hace mucho tiempo, este acontecimiento reconoce el riesgo de que se reanude el conflicto y el vacío político causado como resultado de la falta de preparativos electorales", alertó.
Sin embargo, matizó que la situación "también brinda más oportunidades para la construcción de la nación". "Reconocemos que la montaña que aún queda por escalar es empinada. Se requiere urgencia, no una pausa", apostilló, según un comunicado publicado por la UNMISS a través de su página web.
RETRASOS EN LA TRANSICIÓN
Las cláusulas del acuerdo de paz original de 2018 con parte de los grupos armados no se está cumpliendo en su totalidad y la nueva ronda de negociaciones que comenzaron en Kenia el 9 de mayo con el resto de organizaciones, la denominada Iniciativa Tumani (Esperanza), fue rechazada por Machar al entender que contradice ciertos términos del pacto alcanzado hace seis años.
Por encima de todo, está la cuestión de que la nueva iniciativa de paz en Nairobi contempla la creación de un nuevo órgano ejecutivo, el llamado Consejo Nacional de Liderazgo, con enormes competencias, que podría constituir un obstáculo para la actual estructura de Gobierno y del Parlamento, definida por el acuerdo de 2018.
La iniciativa también estudia la creación de un nuevo organismo de seguridad, la Junta de Defensa Conjunta, independiente del Ministerio de Defensa, y la de un nuevo organismo dedicado a recabar ayuda extranjera y que podría "acabar dejando el país en manos de agentes externos", lo que alejó la posibilidad de que se organizaran las elecciones, prevista para diciembre de este año.
El propio Kiir alertó en julio de que cualquier retraso en las elecciones podría significar una nueva ignición de la guerra civil. "En Europa y América hay quienes creen que si celebramos las elecciones cuando corresponde el conflicto va a estallar de nuevo, pero yo puedo garantizar que lo que realmente provocaría la guerra es un posible aplazamiento", sostuvo.
Pese al descenso de la violencia por el conflicto político durante los últimos años, el país africano ha registrado un aumento de los enfrentamientos intercomunitarios, motivados principalmente por el robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles del país, especialmente a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de poblaciones.