Archivo - El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi
Archivo - El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi - Sadak Souici/Le Pictorium Agency / DPA - Archivo
Publicado: miércoles, 6 julio 2022 15:09

Tshisekedi subraya que "no hay duda alguna de que Ruanda respalda al M23" y destaca que Kinshasa "quiere paz"

MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, ha advertido este miércoles del peligro de una guerra con Ruanda si Kigali mantiene "sus provocaciones", en medio de un repunte de las tensiones por el supuesto apoyo de las autoridades ruandesas al grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).

"Esta posibilidad no puede descartarse. Si las provocaciones de Ruanda continúan, no podemos quedarnos sentados sin hacer nada. No somos débiles", ha dicho el mandatario congoleño en una entrevista concedida al diario 'Financial Times'.

Así, ha insistido en que "no hay duda alguna de que Ruanda respalda al M23" y ha añadido que "si la presión llega a ser un empujón, en algún momento habrá que tomar medidas", si bien ha subrayado que Kinshasa "quiere paz".

"Ruanda está combatiendo en RDC bajo el disfraz del M23, que fue derrotado en 2013", ha dicho, al tiempo que ha resaltado que esto queda demostrado con la captura de soldados ruandeses en territorio congoleño.

En este sentido, Tshisekedi ha hecho hincapié en que el repunte de las operaciones del M23 durante los últimos meses "se debe al Ejército de Ruanda, que se esconde detrás del grupo", al tiempo que ha acusado a Kigali de querer aprovecharse de las riquezas naturales de RDC.

"Ruanda tiene unos intereses económicos ilícitos en RDC. Mientras no se restaure el orden en el este del país y mientras haya ilegalidad e inseguridad, Ruanda se aprovechará de ello", ha argüido, antes de rechazar las acusaciones de su homólogo ruandés, Paul Kagame, sobre el apoyo congoleño a otros grupos rebeldes.

Kagame dijo el lunes que las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) --un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en el país africano-- reciben apoyo del Ejército congoleño, si bien Tshisekedi ha recalcado que es "una excusa mala" y ha recordado que "cientos" de miembros del grupo han sido detenidos durante los últimos meses.

Por último, ha incidido en que "hay esperanza" de evitar una guerra "si hay sinceridad". "Si Ruanda reconoce que ha respaldado al M23 y dice por qué apoya a este movimiento, sería sincero. Podemos discutirlo y ponerlo todo sobre la mesa", ha subrayado, antes de resaltar que una negativa en este sentido apuntaría a una "agenda oculta" por parte de Kigali.

Kagame abogó el lunes por lograr "paz" con RDC, si bien reconoció que se prepara "para lo peor" en caso de que la vía diplomática no tenga éxito. "Espero lo mejor para RDC como lo hago para mí país", dijo Kagame, que insistió en que "no hay una solución mágica, más allá de presentar los hechos".

"Depende de todos los actores implicados por este problema, ya sean congoleños, ruandeses o internacionales (...) se ciñan a los hechos y encuentren el mejor camino para salir de este problema a partir de los hechos, no de gente que crea sus propios hechos o piensa que puede imponer su solución a una parte u otra", puntualizó, antes de argumentar que "si no se abordan las preocupaciones de seguridad de Ruanda, hay un problema".

Las relaciones entre RDC y Ruanda han atravesado momentos de crisis desde la llegada masiva al este de RDC de hutus ruandeses acusados de haber masacrado a los tutsis durante el genocidio de Ruanda de 1994. Tras cierta etapa de relajación diplomática, el conflicto volvió a ganar intensidad en mayo, cuando el Gobierno congoleño convocó al embajador ruandés para denunciar el presunto apoyo del país al M23.

El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército en Kivu Norte, a pesar de las autoridades congoleñas y el M23 firmaron en diciembre de 2013 un acuerdo de paz tras los combates registrados desde 2012 con el Ejército, que contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas. Expertos de la ONU acusaron a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo negaron.

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