MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, ha anunciado una remodelación que incluye cambios al frente del Ministerio de Defensa, el Ejército y los servicios de Inteligencia, sin que por el momento hayan trascendido los motivos de la decisión, poco habitual en el país africano debido a la cantidad y rango de los afectados en el seno del sector de defensa.
La Presidencia ruandesa ha señalado en un comunicado que Juvenal Marizamunda ocupará desde ahora el puesto de ministro de Defensa, sustituyendo así a Albert Murasira, quien ocupaba el puesto desde 2018, mientras que Mubarakh Muganga liderará el Ejército en sustitución de Jean Bosco Kazura, al frente de la institución desde noviembre de 2019.
Asimismo, Jean Bosco Ntibitura ha sido nombrado director de la Seguridad General Interna, mientras que Francis Regis Gatarayiha será el jefe de Inteligencia de Defensa en el seno del Ejército. Por su parte, Thodomir Bahizi es nombrado comandante del grupo de batalla en Mozambique, donde Kigali ha desplegado tropas para apoyar a Maputo en la lucha contra el yihadismo.
La remodelación abordada por Kagame incluye el nombramiento de Augustin Mihabo como subcomandante del Mando de Fuerzas Especiales y el de Evariste Murenzi como comisionado general del Servicio Correccional de Ruanda. "Los nombramientos tienen efecto inmediato", subraya el comunicado de la Presidencia ruandesa, publicado en su cuenta oficial en la red social Twitter.
El mandatario no ha dado detalles sobre los motivos de estos cambios, algo que sí hizo en el pasado a la hora de abordar otras remodelaciones, en un momento en el que Ruanda atraviesa una crisis diplomática con República Democrática del Congo (RDC) por el conflicto en el este del país vecino.
RDC ha acusado a Ruanda de apoyar al grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), formado principalmente por tutsis congoleños y que opera en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército congoleño contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que provocó una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto. Kigali ha acusado a Kinshasa de apoyar a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda.