BUCAREST, 7 Feb. (Reuters/EP) -
El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, ha arremetido este martes duramente contra el Gobierno liderado por el Partido Social Demócrata (PSD) por el decreto suprimiendo algunos delitos por corrupción que ha generado una semana de protestas, aunque se ha mostrado partidario de que siga en el cargo.
En un discurso ante el Parlamento, el centrista Iohannis ha reprendido al Gobierno de Sorin Grindeanu por haber adoptado el decreto a última hora del 1 de febrero, aunque ha reconocido que el PSD ganó las elecciones celebradas en diciembre y se ganó con ello el derecho a gobernar.
Aunque el cargo de presidente en Rumanía es esencialmente ceremonial, éste tiene entre sus competencias designar al primer ministro tras las elecciones y devolver legislación al Parlamento para que la reconsidere.
"Habéis estado diciendo en público que me gustaría derrocar al Gobierno legítimo", ha señalado a los diputados. "Eso es falso. Ganásteis, ahora gobernad y legislad, pero no a cualquier precio", ha subrayado.
"Rumanía necesita un Gobierno fuerte, no un Gobierno que tímidamente ejecute las órdenes de partido", ha defendido el presidente, antiguo dirigente de la oposición de centro-derecha. "Deberíais legislar para Rumanía, no para un grupo de políticos con problemas", ha añadido.
"La renuncia de un único ministro es demasiado poco y las elecciones anticipadas en este momento serían mucho. Este es el espacio disponible para maniobrar", ha subrayado Iohannis.
El Gobierno rumano revocó el decreto el domingo depsués de que 250.000 personas se concentraran en Bucarest, una cifra no vista desde la caída del comunismo en 1989. La orden del Ejecutivo habría despenalizado algunos delitos por corrupción.
La multitud reclamó la renuncia del gabinete de Grindeanu, uno de cuyos ministros dimitió la semana pasada en desacuerdo por el decreto. Unas 25.000 personas volvieron a congregarse el lunes por la noche en la capital, exigiendo la dimisión del Gobierno.