MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ha declarado este martes el estado de emergencia durante tres meses en tres estados y parte de un cuarto, sacudidos por los enfrentamientos durante los últimos meses.
El estado de emergencia afecta así a los estados de Aweil Oriental, Gogrial --el estado natal de Kiir-- y Wau, así como a parte de Tonj, según ha informado la emisora sursudanesa Eye Radio.
Se trata del segundo estado de emergencia declarado por Kiir desde que llegó al poder, tras imponerlo en 2014 en los antiguos estados de Jonglei y Unidad.
El ministro de Información, Michael Makuei, ha afirmado que el Ejército tendrá así más poderes para intentar poner fin a los enfrentamientos en estas zonas del país, tal y como ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.
Makuei ha señalado que algunos derechos de la población serán suspendidos, sin dar más detalles al respecto.
Por su parte, el director ejecutivo de la Red Sursudanesa para la Democracia y las Elecciones, Rajab Muhandis, ha advertido de que la medida permitirá a los soldados tomarse la justicia por su mano.
"El estado de emergencia impone restricciones y da más poderes al Gobierno para adoptar medidas que podrían no estar contempladas por la ley. Probablemente, esto afectará a los derechos de los ciudadanos", ha lamentado, en declaraciones a la emisora estadounidense Voice of America.
Sin embargo, el viceministro de Información del país, Akol Paul Kordit, ha resaltado que la decisión tiene como objetivo mejorar la seguridad, afirmando que las fuerzas de seguridad y las autoridades "podrán reducir la inseguridad en términos de luchas comunales".
Sudán del Sur vive sumido en una guerra civil desde diciembre de 2013 que enfrenta a los partidarios de Kiir, de etnia dinka, con las fuerzas leales al exvicepresidente y líder rebelde Riek Machar, de etnia nuer.
La guerra ha dejado hasta el momento cerca de 50.000 muertos, más de dos millones de desplazados internos y otro millón adicional refugiado en países vecinos como Kenia, Sudán y Uganda, donde la población ha escapado tanto de los combates entre las fuerzas armadas de ambos bandos como de las masacres locales que están perpetrando las etnias dinka y nuer.
Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.