MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha visitado este lunes junto a la primera dama, Kim Keon Hee, el altar en homenaje a las víctimas de la fiesta de Halloween de Seúl, que dejó 154 víctimas mortales como consecuencia de una estampida desarrollada en un estrecho callejón en cuesta en la noche del sábado.
El altar ha sido elevado frente al Ayuntamiento, donde las autoridades han depositado flores y han hecho una reverencia antes de abandonar el lugar.
La Sede Central de Contramedidas por Desastres y de Seguridad ha confirmado que la cifra de fallecidos podría aumentar dado que 33 heridos se encuentran en estado grave. Además, otras 116 personas sufrieron lesiones breves.
El Gobierno surcoreano ha declarado luto oficial hasta el próximo sábado, por un suceso que ha conmocionado al país. Es horrible, esta tragedia nunca debió haber sucedido. (...) Como presidente, mi responsabilidad es la seguridad de la vida de los ciudadanos, por lo que me pesa el corazón y batallo para hacer frente a este duelo", expresó Suk Yeol al conocer la noticia.
El país ha recibido las condolencias de la comunidad internacional, que ha transmitido su pesar por el suceso que ha dejado más de un centenar de víctimas mortales y numerosos heridos.
Además, hay 26 extranjeros entre las víctimas: cinco iraníes, cuatro chinos y cuatro rusos, dos estadounidenses, dos japoneses y los restantes procedentes de Francia, Australia, Noruega, Austria, Vietnam, Tailandia, Kazajistán, Uzbekistán y Sri Lanka, según han indicado las autoridades, según ha recogido la agencia Yonhap.
La estampida supone la peor tragedia en Corea del Sur desde el hundimiento del ferri Sewol, en la costa meridional del país, en 2014, que se saldó con 304 muertos, la mayoría de los cuales eran estudiantes de una escuela de enseñanza secundaria.