MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, ha obtenido el respaldo de su partido, Unión Nacional Africana de Zimbabue - Frente Patriótico (ZANU-PF), para ser el candidato a la Presidencia las próximas elecciones generales en el país, que tendrán lugar en julio de 2023.
La formación gobernante en el país ha elegido a Mnangagwa por unaminidad como presidente y primer secretario del partido, así como único candidato presidencial, en el Congreso Nacional del Pueblo que se celebra cada cinco años.
De esta forma, el mandatario zimbabuense, de 80 años, consolida su poder en el partido que dirige desde que sucedió hace cinco años a Robert Mugabe.
El presidente ha asegurado en una intervención posterior a su elección que esta decisión le permite continuar "sirviendo al partido y al país" en su búsqueda por lograr una sociedad de "ingresos medios y altos empoderada y próspera" para 2030, según ha recogido el diario 'Herald'.
"Permítanme expresar mi profunda gratitud a todos ustedes, mis compañeros camaradas en ZANU-PF que están reunidos aquí (... Humildemente acepto. La elección envalentona y reaviva aun más mi compromiso con el liderazgo de servicio y el sacrificio desinteresado por el partido y el país en su conjunto", ha agregado.
Hasta el momento, el mandatario de Zimbabue ha presidido un programa de reformas económicas durante su primer mandato, lo que ha permitido a la economía del país crecer un 7,2 por ciento en 2021.
Sin embargo, el país se encuentra desbocado por la inflación, ya que tiene una tasa de crecimiento anual de los precios del 269 por ciento, llevando al Estado africano a tener la inflación más alta del mundo, ha informado la agencia Bloomberg.
Los planes del presidente para su segundo mandato son llevar a cabo "reformas transversales" para traer "estabilidad y previsibilidad" a la economía. "Las políticas del gobierno dirigido por el ZANU-PF están sacando a muchos de la pobreza y llevándolos a la prosperidad", ha sostenido en su intervención.
Mnangagwa llegó al poder en noviembre de 2017 tras la renuncia del presidente Mugabe después de 30 años en el poder y acosado por Fuerzas Armadas y por los países de la región a causa de la crisis política desatada tras la destitución del propio Mnangagwa como vicepresidente.