Archivo - El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi
Archivo - El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi - Tobias Schwarz/AFP POOL/dpa - Archivo
Actualizado: martes, 31 mayo 2022 14:21

Kigali rechaza las acusaciones "infundadas" de Kinshasa sobre un supuesto apoyo al grupo rebelde M23

MADRID, 31 (EUROPA PRESS)

Los presidentes de República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, respectivamente, han mantenido varias conversaciones telefónicas en los últimos días para intentar reducir las tensiones fronterizas, azuzadas por el repunte de los combates entre el Ejército congoleño y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).

"Doy las gracias a los presidentes Tshisekedi y Kagame por nuestras conversaciones telefónicas de ayer y hoy (en referencia al domingo y el lunes) para buscar una solución pacífica a las diferencias ente RDC y Ruanda", ha dicho el presidente de Senegal y la Unión Africana (UA), Macky Sall.

Sall ha pedido además en un mensaje compartido en su cuenta oficial en la red social Twitter a su homólogo angoleño, Joao Lourenço, que "continúe sus esfuerzos de mediación", días después de que Kinshasa acusara a Kigali de dar apoyo al M23 tras una semana de combates en la provincia de Kivu Norte (este).

El propio Sall expresó la semana pasad su "grave preocupación" por las tensiones e hizo un llamamiento al diálogo, mientras que el Gobierno de RDC suspendió sus vuelos con Ruanda y convocó al embajador ruandés en Kinshasa para protestar por la situación.

Por su parte, el ministro de Exteriores ruandés, Vicent Burita, rechazó el sábado desde Guinea Ecuatorial las acusaciones "infundadas" de RDC y recalcó que es necesario abordar los problemas para evitar "un círculo vicioso de conflictos no deseados y destructivos", según recogió el diario 'The New Times'.

Biruta denunció además que desde hace casi 30 años existe una "colaboración" entre el Ejército congoleño y las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en el país africano.

"Durante los años han blanqueado a este grupo armado genocida hasta un punto en el que las FDLR combaten junto al Ejército de RDC. Ruanda desea reiterar que las FDLR y sus diversas escisiones suponen una grave amenaza de seguridad no sólo para Ruanda, sino para toda la región", zanjó el ministro de Exteriores ruandés.

El cruce de acusaciones llega en medio del repunte de los combates entre el Ejército de RDC y el M23, que ha dejado cerca de 72.000 desplazados, según el último balance facilitado el viernes por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

En este sentido, el portavoz del Gobierno de RDC, Patrick Muyaya, resaltó el lunes que las autoridades no excluyen la posibilidad de romper relaciones diplomáticas con Ruanda y expulsar al embajador ruandés, Vincent Karega. "He de decir que, en estos momentos, todas las hipótesis están sobre la mesa", manifestó.

Sin embargo, hizo hincapié en que "según la estrategia de Tshisekedi (...) no podemos, debido a la naturaleza de la crisis actual, cerrar las puertas a la posibilidad de una discusión", tal y como ha recogido el portal congoleño de noticias 7sur7.

Muyaya rechazó además cualquier tipo de negociación con "los terroristas" del M23. "La actitud reincidente del M23 lo expone a ser sometido a la fuerza", señaló, antes de criticar que el grupo rechazara la opción de sumarse al proceso de diálogo impulsado regionalmente, con sede en la capital de Kenia, Nairobi.

"Querer paz no significa ser inocente. Querer paz no significa estar dispuesto a tolerarlo todo", argumentó, al tiempo que hizo hincapié en que "el Ejército busca a los terroristas del M23 en los territorios de Rutshuru y Nyiragongo", situados en la provincia de Kivu Norte, según la emisora Radio Okapi.

El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército en esta zona del país, a pesar de que procedió a su desmovilización hace más de ocho años tras combates con el Ejército.

Las autoridades congoleñas y el M23 firmaron en diciembre de 2013 un acuerdo de paz tras los combates registrados desde 2012 con el Ejército, que contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas. Expertos de la ONU acusaron a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo negaron.

Más noticias