Ambos han acudido Nairobi para una cumbre de la EAC para abordar la situación en el este de RDC
El presidente de Ruanda acusa a la parte congoleña de ignorar los "problemas reales" que amenazan las relaciones entre ambos países
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Los presidentes de República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, respectivamente, participan este lunes en su primer encuentro desde el repunte de las tensiones bilaterales en las últimas semanas y el cruce de acusaciones sobre el apoyo a grupos rebeldes en el este de RDC.
El encuentro tiene lugar en el marco de la cumbre de la Comunidad Africana Oriental (EAC, según sus siglas en inglés) en la capital de Kenia, Nairobi, un acto encabezado por el presidente de este país, Uhuru Kenyatta, quien ha recibido personalmente a todos los participantes.
En el marco de dicha reunión, los Estados miembro han aprobado el inminente despliegue de la fuerza militar regional en el este de la República Democrática del Congo bajo mando militar de Kenia y que deberá estar operativa en las próximas semanas, tal y como ha informado en su perfil oficial de Twitter el Ejecutivo congoleño.
Al margen de esta decisión, entre los presentes figuran, además de los tres presidentes mencionados, los mandatarios de Uganda, Yoweri Museveni; Burundi, Évariste Ndayishimiye; y Sudán del Sur, Salva Kiir; así como el embajador de Tanzania, Stephen Simbachawene, con el objetivo de abordar la situación de seguridad en RDC y el posible despliegue de una fuerza conjunta para abordar la situación.
En este sentido, la Presidencia keniana ha señalado en una serie de mensajes en su cuenta en la red social Twitter que la reunión "es una aceleración de los esfuerzos regionales en marcha para lograr una paz y una seguridad sostenible en el este de RDC".
"Conocemos los problemas que enfrenta África. Y también conocemos las soluciones. Lo que falta es que avancemos juntos, de las palabras a la acción, con sentido de urgencia. No podemos enorgullecernos de decir las cosas correctas, durante décadas, y luego encontrarnos dentro de muchos años, habiendo dicho las cosas correctas, pero sin haber logrado mucho", ha indicado el Gobierno ruandés en un comunicado.
La reunión del bloque --al que se sumó recientemente RDC-- es la primera desde abril, en la que Ruanda estuvo representado por su ministro de Exteriores, Vincent Burita, y que se saldó con un acuerdo para el despliegue de una fuerza conjunta para hacer frente a los grupos rebeldes que operan en la zona y que rechazan un diálogo político que tiene también lugar en Nairobi.
Sin embargo, a pesar de que el llamamiento al diálogo se vio seguido por el respaldo de varios grupos armados, las tensiones repuntaron por las diferencias entre Kinshasa y el Movimiento 23 de Marzo (M23), que ha retomado sus ataques desde finales de mayo, lo que ha hecho saltar las alarmas en la región.
Estos enfrentamientos han llevado a RDC a acusar directamente a Ruanda de respaldar al grupo, algo negado por Kigali, mientras que el Consejo Superior de Defensa congoleño abogó la semana pasada por romper los protocolos bilaterales y exigió a las autoridades ugandesas que retiren "inmediatamente" a sus tropas de su territorio.
FORO ECONÓMICO DE QATAR
Tras el encuentro, el presidente de Ruanda ha acusado a la parte congoleña de ignorar los "problemas reales" que amenazan las relaciones entre los países vecinos, incluyendo el fracaso en sofocar la rebelión interna y los temores de una nueva guerra en la región de los Grandes Lagos.
En las últimas semanas, Kagame y Tshisekedi se han culpado mutuamente por provocar el conflicto, ya que el último ha acusado a Ruanda de apoyar a los rebeldes, pero el país lo niega y ha advertido de que no dispare contra su territorio con el objetivo de perseguir a los insurgentes.
"Hacer esas acusaciones es simplemente huir de sus responsabilidades como presidente de ese país", ha indicado Kagame en una entrevista con un anfitrión en el Foro Económico de Qatar, organizado por Bloomberg, tal y como ha recogido la agencia de noticias.
Kagame se refería a la incapacidad de tratar con los grupos militantes en el este del Congo. "Hay que prestar más atención a la etnia congoleña de Ruanda y a la forma en que se ha abordado esa cuestión en el Congo", ha dicho.
Las relaciones entre RDC y Ruanda han atravesado momentos de crisis desde la llegada masiva al este de RDC de hutus ruandeses acusados de haber masacrado a los tutsis durante el genocidio de Ruanda de 1994. Tras cierta etapa de relajación diplomática, el conflicto volvió a ganar intensidad a finales del mes pasado, cuando el Gobierno congoleño convocó al embajador ruandés para denunciar el presunto apoyo del país al M23.
El ministro de Exteriores ruandés, Vicent Burita, rechazó recientemente las acusaciones "infundadas" de RDC y recalcó que es necesario abordar los problemas para evitar "un círculo vicioso de conflictos no deseados y destructivos", al tiempo que acusó a RDC de dar cobijo a integrantes del grupo armado Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio.
El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército en Kivu Norte, a pesar de las autoridades congoleñas y el M23 firmaron en diciembre de 2013 un acuerdo de paz tras los combates registrados desde 2012 con el Ejército, que contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas. Expertos de la ONU acusaron a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo negaron.
En este contexto, el reciente llamamiento de Kenyatta a favor del despliegue de esta fuerza regional está marcado por las dudas sobre el ámbito de acción que tendrían las mismas y la participación de Ruanda en el mismo, a la espera de un acuerdo definitivo en el marco de la reunión de este lunes en Nairobi.