COTOUNOU, 17 Sep. (Reuters/EP) -
Los presidentes de Senegal y Benin, Macky Sall y Thomas Boni Yayi, respectivamente, se encargarán de mediar en la crisis política que se ha desatado en Burkina Faso tras el golpe de Estado perpetrado este miércoles.
Sall ejerce la Presidencia temporal de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), mientras que Yayi es el enviado especial de la organización regional para Burkina Faso, de ahí que se les haya encomendado esta tarea.
"El objetivo es lograr el retorno a la vida constitucional, liberando al presidente y al primer ministro, que están retenidos, así como a los ministros", ha dicho el ministro de Exteriores de Benin, Saliou Akadiri en televisión.
Miembros de la guardia presidencial liderados por el general Gilbert Diendéré irrumpieron el miércoles en una reunión de Gobierno y tomaron como "rehenes" al presidente, Michel Kafando, al primer ministro, Yacouba Isaac Zida, y al resto del Gabinete.
Diendéré se ha hecho con el poder con el argumento de que había que evitar la "desestabilización" del país en un momento en el que se vivía una "grave situación de inseguridad preelectoral" y ha confirmado que el Ejecutivo está bajo arresto domiciliario.
La guardia presidencial es leal a Blaise Compaoré, que abandonó el cargo el año pasado tras las multitudinarias protestas por sus planes de reformar la Constitución para prolongar su mandato. Kafando había asumido la Presidencia interina hasta las elecciones del 11 de octubre.
El asalto tiene lugar días después de que una comisión encargada de presentar propuestas de reformas al Gobierno interino plantease desmantelar la guardia presidencial al considerar que es "un ejército dentro del Ejército".