JERUSALÉN, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un palestino recluido en una cárcel de Israel ha entrado en coma tras mantener durante 60 días una huelga de hambre, días después de que las ONG alertasen de que la vida de Mohamed Allan corría peligro si no abandonaba el ayuno.
La Sociedad de Presos Palestinos ha informado de que Allan ha perdido la consciencia este viernes por la mañana y ha entrado en coma. Los médicos le han puesto ventilación asistida, pero su situación es "muy crítica", según un diputado del Parlamento israelí, Usama al Saadi, citado por la agencia de noticias Maan. "Allan podría convertirse en mártir en solo unas horas", ha advertido.
Allan, un abogado residente en Nablús (Cisjordania), fue arrestado en noviembre de 2014 y se encuentra bajo detención administrativa, una fórmula por la que Israel puede mantener a una persona recluida sin presentar cargos.
Hace 60 días, inició una huelga de hambre para protestar por su situación, sin que por el momento haya habido el más mínimo gesto por parte de las autoridades israelíes. Israel, de hecho, aprobó el mes pasado una ley por la que se reserva el derecho de alimentar a la fuerza a los presos que rehúsan comer.
El jueves, el padre del detenido, Nasser al Din Allan, aseguró a Maan que las autoridades israelíes estaban esperando a que su hijo entrase en coma para alimentarle.