MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
El preso palestino Raed Rayan ha puesto fin a 113 días de huelga de hambre tras conseguir de las autoridades penitenciarias israelíes la garantía de que su estado de detención administrativa, una polémica figura que permite la retención de palestinos sin cargos y de manera prácticamente indefinida, no será prorrogado.
Rayan y el también preso palestino Jalil Auaudé se encontraban en estado crítico tras negarse a consumir alimentos de manera voluntaria en protesta contra las condiciones de su detención, y su queja terminó calando el pasado fin de semana en otros 75 presos palestinos que se sumaron por solidaridad a su huelga de hambre.
La Sociedad de Presos Palestinos (PPS) describió la ruptura del ayuno de Rayan, anunciada el jueves, como "una victoria lograda gracias a su determinación de poner fin a su detención administrativa a pesar de la tremenda presión ejercida contra él por las autoridades penitenciarias israelíes durante el curso de su huelga", recoge la agencia oficial de noticias palestina WAFA.
Rayan, que convalecía en la cárcel de Ayalón, antigua prisión de Ramla, en el centro de Israel, es uno de los casi 680 palestinos detenidos sin cargos ni juicio bajo la política de detención administrativa de Israel, considerada ilegal por el Derecho Internacional, la mayoría de ellos expresos que pasaron años en prisión por su resistencia a la ocupación israelí.
Auaudé, de 40 años y residente de la ciudad de Idna, en el distrito de Hebrón, en el sur de Cisjordania, lleva aproximadamente un mes en protesta por su prolongada detención administrativa, pero el mes pasado ya había roto un ayuno de 111 días después de que las autoridades penitenciarias israelíes le aseguraran que su detención administrativa no se renovaría.
No obstante, el preso palestino reanudó la huelga de hambre una semana después de que las autoridades israelíes incumplieran su promesa, según una información de la Comisión de Asuntos de Prisioneros recogida también por WAFA.