MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de presos palestinos en huelga de hambre en cárceles israelíes han empezado este miércoles a rechazar la ingesta de agua, en el décimo día de su protesta, según ha informado la agencia palestina de noticias Maan.
El comité conjunto de la Sociedad de Prisioneros Palestinos y el Comité Palestino para los Asuntos de Prisioneros han indicado que los presos que han empezado a rechazar el agua se encuentran en aislamiento en la cárcel de Ramla.
Asimismo, el director del Comité Palestino para los Asuntos de Prisioneros, Issa Qaraqe, ha denunciado que los servicios penitenciarios de Israel "han seguido aumentando sus medidas punitivas" contra los presos en huelga.
El ministro de Seguridad Pública de Israel, Gilad Erdan, prometió la semana pasada que no se negociará con los cerca de 1.500 presos palestinos que se declararon en huelga de hambre.
"Son terroristas y asesinos encarcelados que están recibiendo lo que merecen, y no hay motivos para negociar con ellos", dijo, en declaraciones a Army Radio.
Asimismo, confirmó que el alto cargo de Al Fatá Marwan Barghuti ha sido puesto en aislamiento, agregando que el hecho de que convocara la huelga de hambre va contra las normas de la prisión.
Las autoridades israelíes han anunciado ya que Barghuti "será procesado en un tribunal disciplinario" por un artículo que firma y que publica 'The New York Times' este lunes en el que se informa de la lucha política de los presos palestinos y se especifican las demandas de la huelga de hambre. En concreto, acusan a Barghuti de utilizar a su esposa para sacar el artículo de prisión y hacérselo llegar al periódico.
En el artículo se recogen demandas como el fin de la política de aislamiento, el fin de las detenciones administrativas, la liberación de discapacitados y enfermos terminales, posibilidad de tener libros y periódicos, aire acondicionado en las prisiones más calurosas, acceso a los estudios universitarios o mejoras en el régimen de visitas. Además, denuncia la "negligencia médica" que provoca la muerte de presos palestinos en las cárceles israelíes.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, criticó al diario por publicar el editorial de Barghuti, resaltando que "el diario presenta al architerrorista Marwan Barghuti como un 'parlamentario y líder'".
"Llamar a Barghuti un 'líder político' es como llamar a (el presidente sirio, Bashar) Al Assad un 'pediatra'. Ambos son asesinos y terroristas", recalcó. Al Assad completó estudios en oftalmología.
El inicio de la huelga de hambre coincidió con la celebración del Día de los Presos Palestinos. Miles de palestinos salieron a las calles para reivindicar a estos presos. Los disturbios más graves se registraron en Belén, en Cisjordania, y cuatro jóvenes fueron detenidos en Ramala, también en Cisjordania.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, reclamó a la comunidad internacional que "salve" a los reos que se han declarado en huelga de hambre indefinida, asegurando que "hace todo lo que puede" para lograr su excarcelación.
Por su parte, el secretario general del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, pidió a la comunidad internacional que haga rendir cuentas a Israel por su "violación sistemática" de los derechos de los palestinos.