MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, ha prometido convertir en delito viajar a un país controlado por grupos terroristas, ya que "no es un derecho humano". El candidato conservador, que aspira a la reelección, ha prometido esta medida si gana las elecciones generales del próximo mes de octubre.
Harper, quien ha mandado este mensaje en un mitin electoral en Ottawa, ha enmarcado su promesa en lo que ha llamado una lucha contra el "turismo del terror". La futura norma convertiría en delito que los canadienses volaran al extranjero para combatir con grupos terroristas, ha informado el diario 'Toronto Star'.
"No hay ningún derecho a viajar a una zona gobernada por terrorista, no es un derecho humano", ha afirmado el 'premier' canadiense. "No somos ilusos, sabemos a lo que mayoría de la gente va a estas regiones (...) por ello es necesario impulsar esta medida que ya ha sido usada en otros países", ha apuntado, sin especificar ningún país.
Por su parte, los opositores a Harper han criticado la idea del primer ministro, así como que la haya presentado como una baza electoral.
"Canadá es un país que protege los derechos de las personas (...) cada vez que un Gobierno quiera limitar los derechos tiene que dar más explicaciones de las que Harper ha dado esta mañana", ha argumentado el líder del Partido Liberal, Justin Trudeau.
Mientras, el candidato del Partido Nueva Democracia, Thomas Mulcair, ha mostrado su escepticismo sobre la propuesta y ha asegurado que los conservadores han perdido una oportunidad de atajar la "radicalización juvenil".
"No sé de muchos vuelos que conecten Toronto y zonas en guerra (...) no va a suponer una gran diferencia, pero no vamos a estar en contra de algo que teóricamente al menos pueda ayudar a combatir al terrorismo", ha apuntado Mulcair.
La medida trata de evitar casos como el del yihadista Michael Zehaf-Bibeau, el autor de un tiroteo en el centro de Ottawa en octubre de 2014. El atacante, de nacionalidad canadiense y convertido al islam, pretendía viajar a Siria y, de acuerdo con el cuerpo de seguridad, "actuó solo".
Zehaf-Bibeau murió tras ser tiroteado por las fuerzas de seguridad en el interior del Parlamento, donde se refugió instantes después de matar a un militar junto al monumento a los caídos que hay frente a la sede legislativa.