PRAGA, 5 May. (Reuters/EP) -
El primer ministro de República Checa, Bohuslav Sobotka, ha dado marcha atrás en su decisión de dimitir y ha asegurado que, en lugar de renunciar al cargo, buscará el cese de su ministro de Finanzas, Andrej Babis, su principal rival político, para poner fin a las disputas en el seno de su Gobierno.
Esta semana, Sobotka dijo que dimitiría junto con todo su Gobierno para poner fin a los problemas en el Ejecutivo, aunque cambió de opinión después de que el presidente, Milos Zeman, le indicara que solo aceptaría la dimisión del propio Sobotka, y no la de todo el gabinete.
"En una situación así, mi renuncia no tiene ningún sentido si el ministro de Finanzas permanece en el Gobierno", ha dicho Sobotka, quien ha acusado al presidente de convertir la Constitución en "una broma".
Sobotka ha asegurado que Babis, propietario de la mayor industria agroquímica del país, Agrofert, no ha logrado aclarar las sospechas por las posibles irregularidades en el pago de impuestos y la recalificación de terrenos. Babis ha afirmado que no ha incumplido ninguna ley.
Según varios abogados, la Constitución establece que si el primer ministro renuncia, el gabinete entero debe caer. En cambio, el profesor de derecho constitucional Ales Gerloch sostiene que la Carta Magna checa dice que "es el presidente quien debe destituir a los miembros del Gobierno si el primer ministro lo propone".
Si Zeman se niega a despedir a Babis, la disputa puede terminar en el Tribunal Constitucional. Para el próximo mes de octubre están previstas elecciones en el país, en las que se enfrentarán los socialdemócratas de Sobotka y el partido de Babis y Zeman, con quien el ministro de Finanzas tiene una buena relación y un adversario en común: Sobotka.