Primer ministro de Costa de Marfil pide a los candidatos a las legislativas "una campaña y unas elecciones tranquilas"

MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Costa de Marfil, Hamed Bakayoko, ha hecho este lunes un llamamiento a los candidatos a las legislativas del 6 de marzo a "una campaña y unas elecciones tranquilas", tras la profunda crisis política en la que se vio sumido el país tras las presidenciales de octubre de 2020.

"De cara a las elecciones legislativas del 6 de marzo, animo a todos los candidatos a actuar para una campaña y unas elecciones tranquilas", ha señalado Bakayoko a través de un breve mensaje publicado en su cuenta en la red social Facebook.

Bakayoko no se ha pronunciado sin embargo sobre su estado de salud, después de ser trasladado en febrero a Francia para recibir tratamiento médico, sin que hayan trascendido detalles desde entonces acerca de los motivos o sobre cómo se encuentra.

El primer ministro marfileño, quien es además ministro de Defensa, accedió al cargo de primer ministro en julio de 2020 tras el repentino fallecimiento de Amadou Gon Coulibaly, quien era además el candidato de la gubernamental Agrupación de Houphouetistas por la Democracia y la Paz (RHDP) a las presidenciales del 31 de octubre.

La muerte de Gon Coulibaly poco después de su regreso de París, donde estuvo recibiendo atención médica, llevó al presidente, Alassane Ouattara, a dar marcha atrás en su compromiso de no buscar un tercer mandato y presentarse nuevamente a las urnas, lo que desencadenó una grave crisis política.

La oposición denunció entonces que su candidatura violaba el límite de dos mandatos de la Constitución y anunció un boicot de la votación, si bien el Tribunal Constitucional argumentó que las enmiendas introducidas a la Carta Magna ponían a cero su contador y le permitió concurrir a las urnas.

Bakayoko ha estado durante los últimos meses al frente de una serie de contactos entre el Gobierno y los principales partidos opositores para intentar solucionar la crisis, que tendrán su primera prueba de fuego en las legislativas, a las que la oposición no presentará un frente unificado.