MADRID 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro designado de Corea del Sur, Kim Byong Joon, ha afirmado este lunes que no dimitirá, mostrando su deseo de "hacer una contribución a los asuntos de Estado".
Kim, quien fue nombrado para el cargo la semana pasada en medio de un escándalo que ha afectado a la presidenta, Park Geun Hye, ha indicado sin embargo, que daría un paso atrás si el Parlamento y la Presidencia acuerdan nombrar a otra persona para el cargo.
El nombramiento de Kim ha sido criticado por los partidos opositores, que han argumentado que la mandataria debería haber consultado a los parlamentarios antes de anunciar el cambio en el Gobierno.
Por ello, llevaron a cabo un boicot para evitar su nombramiento, que necesita contar con la mayoría de los parlamentarios para ser oficial. Los dos principales partidos opositores controlan más de la mitad de los 300 escaños de la unicameral Asamblea Nacional.
Así, Kim ha dicho que "si el partido gubernamental y los partidos opositores acuerdan un nuevo nombramiento, desapareceré", según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Park se ha visto involucrada en un escándalo tras la detención de su confidente, Choi Soon Sil, que está siendo interrogada por su presunta interferencia en asuntos de Estado.
La presidenta se enfrenta a diferentes acusaciones que la señalan por haber permitido el acceso a Choi a borradores de sus discursos públicos y documentos presidenciales, algunos de los cuales contenían información confidencial, posiblemente violando la ley sobre este tipo de documentos.
También existen sospechas de que la presidenta haya podido participar en la recaudación de fondos de importantes conglomerados para establecer dos organizaciones sin ánimo de lucro, dedicadas a la promoción de la cultura coreana y el deporte. Además, están investigando a Choi para averiguar si se apropió de dinero de estas fundaciones.