El primer ministro eslovaco aboga por limitar la inmigración musulmana para impedir ataques terroristas

BRATISLAVA, 7 Ene. (Reuters/EP) -

El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha anunciado este jueves que tratará de evitar la inmigración que proviene de países musulmanes con el objetivo de prevenir atentados como los que se produjeron en París o agresiones de mujeres como las que tuvieron lugar en Alemania y ha asegurado que el multiculturalismo es "una ficción".

Fico ha planteado el tema de la inmigración en Europa como un punto clave en su campaña para enfrentarse a las elecciones parlamentarias que se celebrarán el próximo 5 de marzo. Su Gobierno ha presentado una demanda contra el plan de la Comisión Europea que obligaba a repartir 120.000 refugiados entre los 28 estados miembro de la Unión Europea.

"No solo nos negamos a las cuotas obligatorias sino que nosotros nunca vamos a tomar una decisión voluntaria para facilitar la formación de una comunidad musulmana en Eslovaquia", ha asegurado Fico.

El primer ministro eslovaco ha relacionado el flujo de inmigrantes en Europa con los atentados de París que tuvieron lugar el 13 de Noviembre de 2015 y con las agresiones a unas 90 mujeres en la ciudad alemana de Colonia. "El multiculturalismo es una ficción. Una vez que dejas entrar a inmigrantes, puedes enfrentarte a este tipo de problemas", ha afirmado.

La postura de Fico contra la inmigración concuerda con la de la mayoría de los votantes de Eslovaquia. El país centroeuropeo recibió el año pasado a 169 refugiados aunque la Unión Europea le pedía que acogiera a al menos 802 solicitantes de asilo.

Esta visión es compartida por otros países del centro de Europa. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, también ha desafiado las cuotas impuestas por Europa en los tribunales y en repetidas ocasiones ha asegurado que el flujo de inmigrantes amenaza las raíces cristianas del continente europeo.

El nuevo Gobierno conservador de Polonia también se ha mostrado partidario de frenar la inmigración y ha afirmado que no pueden cometer los errores de otros países. Sin embargo, ha asegurado que respetarán las cuotas impuestas por Europa y que se comprometerán a acoger a unos 7.000 refugiados.