Actualizado: viernes, 20 noviembre 2015 14:54


BUDAPEST, 20 Nov. (Reuters/EP) -

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha declarado este viernes que ya es hora de que la Unión Europea reconsidere los parámetros básicos de su unión, que reforme sus tratados o que se enfrente a la radicalización política del continente.

Orban ha estado en desacuerdo con Bruselas desde que llegó al poder en 2010, y recientemente se ha convertido en un duro crítico de la Unión Europea por su tratamiento de la crisis de los refugiados además de otras cuestiones.

Respecto a la propuesta alemana, apodada como "mini-Schengen", de crear un núcleo más centrado en la UE con controles a los pasaportes externos, Orban ha dicho que no es solo el acuerdo Schengen, sino que hay otros acuerdos de la UE que hoy día son inútiles y que se tienen que reformar.

Orban ha afirmado que debido a la crisis migratoria y la intensificación del riesgo de terrorismo hay que hacer cambios en la seguridad y control de la frontera, y que la crisis de la zona euro ha abierto el debate sobre la existencia de una política monetaria común sin una política fiscal común.

"Han pasado muchas cosas en los últimos seis o siete años que han provocado que los líderes europeos se replanteen aspectos básicos de las políticas europeas", ha declarado Orban en una entrevista para la radio pública húngara.

"Es muy probable que tengamos que ajustar los tratados fundamentales de la Unión Europea. El acuerdo Schengen suplica un cambio. Si vuelves a pensar en la crisis financiera griega y en las respuestas que les dimos, la situación es la misma".

La falta de una política fiscal coordinada para apoyar la política monetaria de la zona euro también está pidiendo una enmienda en los tratados de la UE, ha asegurado.

"Si queremos avanzar en nuestra lucha contra el terrorismo, necesitamos hacer lo mismo. Si no queremos que la inmigración erosione la seguridad pública, necesitamos nuevas leyes. Creo que es hora de que la Unión Europea se plantee de nuevo las cuestiones básicas", ha manifestado.

Orban ha asegurado, tras los ataques en París de la semana pasada perpetrados por islamistas radicales, que no hay ninguna duda de que la inmigración y el terrorismo estén relacionados, a pesar de que los líderes europeos no quieran aceptarlo.

Si el bloque no planta cara a los hechos, los votantes podrían volverse hacia partidos que si lo hagan, ha dicho Orban.

"Bajo ciertas circunstancias, crecen las fuerzas políticas radicales, extremistas y fuera de las corrientes principales que cuestionan el sistema actual europeo pero que llaman a las cosas por su nombre".

"No debemos dejar de decir la verdad sobre los partidos radicales porque los votantes seguirán a aquellos que digan la verdad y la política europea se volverá más radical, algo que no interesa a nadie".

El partido de Orban, Fidesz, es el más popular en Hungría, con el partido de izquierda radical Jobbik como principal opositor.

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