SRINAGAR (INDIA), 18 (Reuters/EP)
El primer ministro indio, Narendra Modi, ha manifestado su condena por el "cobarde ataque terrorista" que ha acabado con la vida de al menos 17 militares del Ejército indio en una base en la localidad de Uri, en la Cachemira india.
"Aseguro a la nación que los que están detrás de este despreciable ataque no quedarán impunes", ha afirmado el 'premier', una cadena de mensajes publicados en su cuenta oficial de la red social Twitter. Los reporteros de televisión que se han trasladado al lugar de los hechos han contado que los militares fueron sorprendidos dormidos por el ataque de los milicianos al amanecer.
Los cuatro milicianos atacantes incendiaron primero un edificio antes de abrir fuego contra los militares, enfrascándose en un tiroteo que se prolongó durante varias.
Un portavoz del Ejército ha confirmado que el número de militares muertos asciende a 17, lo que convierte este ataque en el más grave registrado desde el que se produjo en enero de 2016 contra una base militar en el estado indio de Punyab.
El Ejército ha desplegado helicópteros para evacuar a los militares heridos en el ataque, que se ha registrado al amanecer y que ha dado paso a un tiroteo que se ha prolongado durante varias horas. El Ministerio de Defensa ha elevado a 35 los heridos.
Este ataque llega en un momento de mucha tensión en la región de Cachemira, que tiene una mayoría de población musulmana y en la que desde hace ocho meses se suceden las manifestaciones tras la muerte de un comandante separatista el 8 de julio.
Al menos 78 civiles han muerto y varios miles han resultado heridos en enfrentamientos callejeros con las fuerzas de seguridad indias, que han sido criticadas por los grupos defensores de Derechos Humanos por la violencia con la que actúan contra los manifestantes.
Ningún grupo ha reivindicado hasta el momento la autoría del ataque, que es el más grave registrado en la Cachemira india desde que en diciembre de 2014 una incursión de milicianos acabó con la vida de ocho militares y tres policías. India acusa a Pakistán de apoyar a los milicianos que perpetran ataques en Cachemira, cuya soberanía se disputan ambos países.