BAGDAD 9 Dic. (Reuters/EP) -
El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, ha presionado este martes al secretario saliente de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, para que lleve a cabo más ataques aéreos y les entregue más armas con el fin de acelerar la derrota de Estado Islámico.
La petición ha puesto en evidencia la tensión en las relaciones entre Estados Unidos e Irak, ya que Bagdad exige una asistencia más agresiva de lo que Washington ha aportado hasta ahora, cuatro meses después de que el presidente Barack Obama lanzara una campaña de bombardeos contra Estado Islámico en Irak.
"Estamos muy agradecidos por el apoyo que nos han dado", ha señalado Al Abadi a Hagel cuando se han reunido en las oficinas del primer ministro en la fortificada Zona Verde de Bagdad. Estado Islámico está "a la baja en este momento", ha aseverado.
"Nuestras fuerzas están avanzando mucho sobre el terreno. Pero necesitan más poder aéreo y más (...) armamento pesado. Necesitamos eso", ha añadido.
PAPEL DE APOYO
En un discurso ante tropas estadounidenses y australianas poco después de llegar a Irak, Hagel dijo que "tenemos un papel que jugar aquí, pero siempre debe ser de apoyo (...) Es su país. Deben liderar".
Obama ordenó la salida de sus tropas de Irak en 2011, pero comenzó a enviar nuevamente soldados este verano para frenar el avance de Estado Islámico. El mes pasado autorizó elevar el número de fuerzas terrestres hasta los 3.100, mientras el Ejército amplía el alcance de sus asesores y comienza a entrenar a las fuerzas iraquíes y kurdas.
Hagel sugirió que, según el punto de vista de Estados Unidos, el éxito en el campo de batalla es solo parte de la respuesta. La clave para el progreso es un gobierno inclusivo en Bagdad que pueda unir a todos los iraquíes.
Desde su llegada al cargo en septiembre, el primer ministro chií Al Abadi ha trabajado para construir alianzas con tribus suníes y alcanzó un acuerdo para exportar petróleo con la región semiautónoma del Kurdistán tras meses de disputa.
El teniente general James Terry, comandante de una operación organizada contra los milicianos islamistas en Irak y Siria, dijo que los aliados de la coalición liderada por Estados Unidos enviarán unos 1.500 soldados a Irak para entrenar y asesorar a las fuerzas locales que combaten a Estado Islámico, que parece cada vez más a la defensiva.