ROMA, 16 Ene. (Reuters/EP) -
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha declarado este sábado que Roma no será "controlada a distancia" por Bruselas, en una nueva escalada en sus críticas a la Unión Europea por sus medidas sobre el gasto público e inmigración.
"Italia debe hacerse oír y comunicar (...) el tiempo en el que podíamos ser controlados a distancia por el exterior se ha acabado", ha señalado Renzi en un discurso televisado desde Caserta, sur de Italia, durante la ceremonia de apertura de un nuevo museo en el palacio de los Reyes Borbones de la ciudad. "Europa no puede ser únicamente un paquete de reglas que tenemos que seguir", ha recalcado.
Estas declaraciones se producen tras el cruce de comentarios entre el primer ministro italiano y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, producido durante la jornada del viernes y durante el cual Juncker invitó a Renzi a rebajar el tono de sus críticas a los organismos europeos que el primer ministro proclama "en cualquier esquina".
A esto, Renzi, en una entrevista concedida ese mismo día, respondió que no "sería intimidado por ningún tipo de declaraciones (...) Italia merece respeto".
El primer ministro trata de insuflar vida a la economía italiana -- la tercera más grande de la Unión Europea -- tras los años de austeridad a través de gasto público, para lo que espera contar con más libertad de movimiento por parte de la Comisión Europea.
"Para Europa, que está finalmente saliendo de la frase más dura de la crisis, es crucial decidir si apoyar los signos de recuperación o seguir apretando el freno", declaró el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Paolo Gentiloni, en una entrevista concedida al diario transalpino 'Corriere de la Sera'.
Italia ha bloqueado el plan de la UE de crear un fondo para ayudar a Turquía a hacer frente al flujo de solicitantes de asilo que llega a sus fronteras, al alegar que el presupuesto para dicho proyecto debería partir del presupuesto europeo y no de los nacionales.