BEIRUT 21 May. (DPA/EP) -
El primer ministro de Líbano, Hasán Diab, ha advertido este jueves de que el país está al borde de una grave crisis alimentaria derivada de la crisis económica, al tiempo que ha asegurado que muchas personas se quedarán pronto sin capacidad de comprar artículos de primera necesidad.
"Muchos libaneses ya han dejado de comprar carne, fruta y vegetales y puede que pronto incluso tengan problemas para poder permitirse comprar pan", ha afirmado el jefe del Gobierno libanés, en un artículo publicado por el diario 'The Washington Post' el miércoles por la noche.
Los ciudadanos libaneses llevan tiempo quejándose del alza de los precios como consecuencia de la caída del valor de la libra libanesa frente al dólar y por la escasez de divisa extranjera. En este contexto, Diab ha advertido de que el pueblo libanés afronta una crisis triple.
En primer lugar como consecuencia de décadas de mala gestión y de la corrupción. En segundo lugar por la crisis económica y financiera que vive actualmente y, por último, por las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus. Líbano, que cuenta con una población de seis millones de personas, tiene una fuerte dependencia de las importaciones.
El país ha vivido meses de manifestaciones contra el sistema político que comenzaron en octubre. Diab, que formó su Gobierno en enero, ha prometido dar pasos para mejorar la difícil situación económica.
"Mi Gobierno está dando importantes pasos para afrontar esta dramática situación. Estamos ampliando las redes de seguridad para proteger a los más vulnerables de la sociedad y estamos haciendo lo máximo para dar paquetes de ayuda", ha escrito el 'premier' libanés.
Diab ha hecho un llamamiento a Estados Unidos y a la Unión Europea para crear un fondo de emergencias para ayudar a que Oriente Próximo no sufra una grave crisis alimentaria, ya que, de lo contrario, el hambre podría provocar nuevos flujos de migrantes con destino a Europa y una mayor desestabilización en la región.