El primer ministro libio pide "conversaciones urgentes" tras la toma de puertos petroleros

Petróleo en Libia
JOHN MOORE/GETTY
Actualizado: jueves, 15 septiembre 2016 3:24

MADRID 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro designado del gobierno de unidad de Libia, Fayez Serraj, ha pedido este miércoles "conversaciones urgentes" tras la toma de varios puertos petroleros por parte de las fuerzas leales a Jalifa Haftar.

"Pido a todas las partes que pongan fin a las acciones provocativas y que se sienten urgentemente en la mesa de conversaciones para tratar un mecanismo que permita poner fin a la crisis y detener el conflicto", ha dicho.

Así, Serraj ha recalcado "no estar preparado para gobernar sobre una parte de Libia o para encabezar una guerra contra otra parte", según ha informado el diario panárabe 'Asharq al Awsat'.

Haftar y otros actores en el este del país se han opuesto al Gobierno de unidad respaldado por la ONU, impidiendo que éste pueda extender su autoridad a esta parte del país.

El portavoz de las fuerzas leales a Haftar, Ahmed al Masmari, anunció los avances el domingo, agregando que los combates continúan en el puerto petrolero de Zueitina y en la cercana localidad de Ajdabiya.

Previamente, el portavoz de la Guardia de Instalaciones Petroleras (PFG, por sus siglas en inglés), Ali al Hassi, había informado de que las fuerzas de Haftar habían atacado los puertos de Zueitina, Ras Lanuf y Sidra, así como Ajdabiya.

Un ingeniero portuario confirmó que las fuerzas de Haftar han entrado en los puertos petroleros de Ras Lanuf y Sidra, los mayores de Libia, y ha indicado que uno de los tanques de almacenamiento en el segundo se ha incendiado en los enfrentamientos.

Ambos puertos han estado cerrados desde finales de 2014 pero la Guardia de Instalaciones Petroleras recientemente llegó a un acuerdo con el Gobierno de unidad respaldado por la ONU en Trípoli para reabrirlos e intentar reanudar las exportaciones.

Ras Lanuf y Sidra resultaron gravemente dañados a principios de este año en ataques por parte de milicianos de Estado Islámico apostados en Sirte, donde actualmente están al borde de la derrota por fuerzas alineadas con el Gobierno de unidad y respaldadas por bombardeos aéreos estadounidenses.