KUALA LUMPUR, 4 Dic. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Malasia, Najib Razak, ha pedido intervención internacional este domingo para acabar con el "genocidio" de los musulmanes rohingya en Birmania, al tiempo que se unía a los cientos de manifestantes rohingya en Kuala Lumpur, capital de Malasia.
"El mundo no puede quedarse sentado y ver cómo ocurre un genocidio", ha declarado el primer ministro, quien ha pedido a la ONU, al Tribunal Penal Internacional y la Organización de Cooperación Islámica que intervengan.
Como consecuencia de la situación de violencia en Birmania, que Razak describió como "limpieza étnica", y las alegaciones de abusos por parte del Estado en Rajine, al norte de Birmania, la mayoría musulmana de Malasia es cada vez más crítica con el Gobierno birmano.
Razak ha decidido acudir a Birmania a pesar de las advertencias acerca de que Malasia pudiese llegar a violar el principio de no interferencia de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), por el que un Estado no debe interferir en los asuntos internos de otro y ha aclarado a la ASEAN, que se declaró como una sola comunidad el año pasado, que se compromete a defender los Derechos Humanos básicos.
El primer ministro también ha acusado a la líder birmana y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, de dejar la cuestión rohingya fuera del ámbito de las discusiones bilaterales, "¿Cómo puede ser esto? Deberíamos de poder hablar de todo", ha lamentado.
El encuentro que ha tenido lugar en Birmania, organizado por la Organización Nacional de Malayos Unidos (UMNO) y el Partido Islámico Panmalasio, ha reunido alrededor de 10.000 personas, en su mayoría rohingya.
El Gobierno de Malasia convocó al embajador de Birmania la semana pasada para expresarle su preocupación sobre las medidas severas que se están aplicando a la comunidad rohingya y ha cancelado el partido amistoso entre el equipo nacional malasio y birmano como protesta.
El presidente de la sociedad rohingya en Malasia, Fasial Islam Muhammad Kassin, ha declarado que aprecia los esfuerzos del Gobierno para encontrar una solución a la crisis rohingya. "Queremos que el Gobierno de Malasia envíe un mensaje al mundo musulmán y los países de Occidente para que presionen al Gobierno Birmano para solucionar la cuestión de los rohingya", ha declarado.