COLOMBO, 22 Abr. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, no recibió la información de Inteligencia que alertaba sobre la posibilidad de que se produjera un gran atentado como el ocurrido durante el Domingo de Resurrección, debido al pulso político que mantiene con el presidente, Maithripala Sirisena.
El ministro de Sanidad, Rajith Senaratne, ha contado este lunes en declaraciones a la prensa que el 11 de abril una agencia de Inteligencia extranjera avisó a las autoridades ceilandesas de que los terroristas locales de National Thawheed Jama'ut podían atentar contra iglesias cristianas.
"Cuando preguntamos sobre este informe de Inteligencia, el primer ministro no estaba al tanto" del mismo, ha dicho Senaratne, que ejerce de portavoz gubernamental.
El jefe de Gobierno está excluido de las reuniones informativas sobre Inteligencia desde la crisis política que estalló el año pasado en la isla asiática.
La Presidencia de Sri Lanka ha rehusado aclarar si Sirisena conocía el aviso, si bien el Consejo de Seguridad, la máxima agencia de seguridad nacional, le suele informar directamente.
"Como Gobierno, lo que tenemos que decir es que lo sentimos mucho, mucho. Tenemos que pedir perdón a las familias (de las víctimas) y a las instituciones (atacadas)", ha dicho el ministro de Sanidad.
CADENA DE EXPLOSIONES
Siete terroristas suicidas se inmolaron en tres iglesias y tres hoteles de lujo de Colombo y otras ciudades, dejando un saldo de 290 muertos y más de 500 muertos.
Según ha confirmado el Ministerio de Exteriores de Sri Lanka, entre los fallecidos hay 31 extranjeros, mientras que otros 14 están desaparecidos y 17 heridos.
De momento, ningún grupo armado ha reivindicado la autoría. "No creemos que una organización pequeña pueda hacer todo esto", ha dicho el portavoz gubernamental sobre National Thawheed Jama'ut. El Gobierno cree que los terroristas contaron con el apoyo de una "red internacional".
CRISIS POLÍTICA
La crisis política se desató el pasado mes de octubre, cuando Sirisena cesó a Wickremesinghe como primer ministro pero tuvo que restituirle en el cargo semanas después ante la creciente presión.
Desde entonces su relación no ha mejorado. El domingo, con Sirisena en un viaje internacional, Wickremesinghe convocó una reunión del Consejo de Seguridad pero sus miembros no acudieron. "Esta es la primera vez en la historia que el Consejo de Seguridad se niega a ir a una reunión con el primer ministro", ha denunciado Senaratne.
A su regreso a Sri Lanka, el presidente convocó una nueva reunión del Consejo de Seguridad que se ha celebrado este lunes. El primer ministro también ha acudido.