ISLAMABAD 13 Jul. (Reuters/EP) -
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, ha rechazado por primera vez de forma explícita el informe que investiga el origen de la fortuna de su familia, sobre la que hay sospechas de corrupción, y lo ha calificado como calumnioso.
Sharif, de 67 años, cumple su tercer mandato como primer ministro y se enfrenta a las reclamaciones de dimisión por parte de la oposición al Gobierno. Sin embargo, se ha mostrado desafiante frente al informe que señala que los ingresos de su familia no son lo suficientemente elevados como para justificar la fortuna familiar.
El informe lo ha realizado un equipo de investigación conjunta (JIT, en sus siglas en inglés), creado por el Tribunal Supremo del país para investigar las sospechas de corrupción que surgieron después de la publicación de los Papeles de Panamá en los que aparece Sharif junto a sus hijos, incluyendo a su posible heredera Maryam Sharif, que está acusada de firmar documentos falsificados sobre empresas en paraísos fiscales.
El primer ministro ha alegado que el informe "es una suma de hipótesis, acusaciones y calumnias". "Se están realizando acusaciones de miles de millones de dólares pero no se ha probado ningún delito" ha sentenciado.
El equipo de investigación, que ha incluido a funcionarios de la Inteligencia militar, presentó el informe al Tribunal Supremo el lunes. El documento ha sido filtrado a los medios de comunicación lo que ha generado una oleada de peticiones de dimisión por parte de la oposición.
El vicepresidente del partido opositor Pakistan Tehrik-e-Insaf (PTI), Shah Mehmood Qureshi, ha argumentado que "la autoridad de Nawaz está completamente erosionada y no hay justificación legal, moral o política para continúe".
SHARIF PODRÍA SER OBLIGADO A DIMITIR
El mandato de Sharif expira en junio de 2018 y se espera que las elecciones se celebren dos meses después. Si se viera obligado a dimitir su partido podría nombrar a un nuevo primer ministro hasta la celebración de los nuevos comicios. Sin embargo, el informe ha generado mucha preocupación y se teme que pueda desencadenar inestabilidad tras varios años de crecimiento económico y estabilidad política.
La economía de Pakistán creció un 5,3 por ciento el año pasado, lo que supone el índice más elevado de la última década. El crecimiento se ha visto impulsado por las grandes inversiones en infraestructuras de China y la reducción de los enfrentamientos militares.
Sharif ha señalado que el progreso económico que ha tenido el país desde su elección en 2013 demuestra que el Gobierno está en el camino adecuado y cualquier interrupción perjudicaría el progreso. "No dejaremos que la oscuridad vuelva a prevalecer en nuestras ciudades y fábricas", ha argumentado en referencia a los continuos cortes de luz que eran habituales en pakistán antes de su mandato y que se han reducido desde que es primer ministro. Finalmente será el Tribunal Supremo el que tome la decisión definitiva, la institución podría cesar al líder del Gobierno o llevar a cabo un juicio para esclarecer los hemos.