VARSOVIA, 9 Abr. (Reuters/EP) -
El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha criticado la "hipocresía" de la intervención militar internacional en Libia ya que, según ha afirmado, da la impresión de que sólo hay un compromiso claro para defender a los Derechos Humanos cuando hay petróleo en juego. Tusk reiteró la negativa de su Gobierno a implicarse en la coalición internacional.
"Aunque exista una necesidad de defender a los civiles de la brutalidad de un régimen, ¿no es el caso de Libia un ejemplo de la hipocresía europea teniendo en cuenta el modo en el que se ha estado comportando Europa con Gadafi en los últimos años, e incluso meses?", ha afirmado Tusk en una entrevista publicada por el periódico 'Gazeta Wyborcza'.
"Ese es uno de los motivos de nuestras reservas (...). Si queremos defender a la gente de los dictadores, las represalias, las torturas y la prisión, ese principio debe ser universal y no se debe invocar solamente cuando conviene, es beneficioso o seguro", dijo.
Desde Polonia, que asume en julio la presidencia semestral rotatoria de la UE, se recuerdan los casos de Siria, Yemen o Bahréin donde las autoridades han reprimido por la fuerza las protestas, pero en esos casos no se especula con una intervención para proteger a los civiles. Sin embargo, Polonia es uno de los miembros de la OTAN que más se ha comprometido en misiones como Irak o Afganistán, donde mantiene a 2.600 militares.
"Teniendo en cuenta Afganistán e Irak (...), adoptaremos nuestras decisiones sobre una implicación militar en cualquier otro lugar cuando tengamos una convicción del cien por cien de que es absolutamente necesaria", ha indicado Tusk.
Durante la entrevista, Tusk defendió la actual política europea de fondos de cohesión. Polonia es uno de los principales receptores de ayuda comunitaria, pero Reino Unido ha propuesto recientemente una reducción del gasto.
Además, Tusk reafirmó la intención de Polonia de adherirse a la moneda única a pesar de las actuales dificultades por las que pasa la eurozona. Según el primer ministro, el país cumplirá con todos los criterios de adhesión para 2015, pero no quiso fijar una fecha concreta para el ingreso.