SÍDNEY 19 May. (Reuters/EP) -
El primer ministro australiano, Malcolm Turnburn, ha respaldado a su ministro de Inmigración, Peter Dutton, después de que alertara de que la acogida humanitaria podría derivar en una oleada de refugiados "analfabetos y negados".
El líder del Partido Laborista, el opositor Bill Shorten, ha tachado de "xenófobos" las declaraciones de Dutton, mientras que defensores de los refugiados como Ian Rintoul, el portavoz de la Alta Coalición de Acción por los Refugiados, ha condenado sus palabras.
"Quieren extender la xenofobia y perjudicar la contribución que los inmigrantes hacen a Australia porque no quieren que su elección se base en asuntos que importan a los australianos", ha declarado Shorten a los periodistas. "Ayer los inmigrantes fueron demonizados por Peter Dutton y Malcolm Turnbull respaldó al ministro", ha señalado Shorten.
Dutton provocó una gran indignación este martes cuando dijo que el aumento en la admisión anual de refugiados podría conducir a un flujo de "extranjeros analfabetos" que "podrían robar el trabajo a los ciudadanos australianos" y perjudicar el sistema de seguridad social del país.
La seguridad fronteriza y la inmigración son asuntos políticos polémicos en Australia que han tenido gran importancia en las pasadas elecciones y han dado como resultado una política bipartidista bajo la cual los solicitantes de asilo que lleguen a Australia son enviados a campos de detención en islas del Pacífico.
El Gobierno conservador se comprometió en 2015 a acoger 12.000 refugiados procedentes de Siria de un total de 13.750 solicitantes de asilo que tenía previsto aceptar. La formación opositora Partido Laborista dijo que doblaría la cuota anual hasta alcanzar los 27.000 refugiados en 2025 si gana las elecciones del próximo 2 de julio.
Los laboristas y los verdes han aprovechado las declaraciones de Dutton para describir al Gobierno como "despiadado" y le ha acusado de promover la división y las diferencias en el seno de la sociedad.
Los laboristas han señalado que continuarán la política de inmigración del Gobierno relativa a la detención de inmigrantes y refugiados fuera de su territorio. Por su parte, Turnbull ha asegurado que los laboristas tienen postura "débil" en materia de inmigración. "Bill Shorten solo está interesado en políticas relativas a sus asuntos", ha declarado.
Rintoul ha señalado que las declaraciones de Dutton son una reacción al descenso de apoyo de los votantes al Gobierno, pero ha añadido que es improbable que la inmigración y la seguridad fronteriza desempeñen el mismo papel que en el pasado. "Pienso que es un gran error y que al Gobierno no le ha funcionado jugar la carta de los barcos como lo ha hecho en otros ciclos electorales", ha apuntado Rintoul a Reuters.
La política australiana de inmigración conlleva que los solicitantes de asilo que llegan a Australia son trasladados a campos de detención en el Pacífico. Para Turnbull, el problema se ha incrementado ante el anuncio de cierre del centro de detención en Papúa Nueva Guinea y las muertes de solicitantes de asilo registradas en el campo de Nauru.