MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Corea del Sur, Han Duck Soo, ha pedido este martes al equipo de expertos que inspeccionó la central nuclear de Fukushima que presente de manera transparente y completa el resultado de su análisis.
Han ha hecho estas declaraciones durante una reunión de su gabinete debido a que los críticos --incluido el opositor Partido Demócrata-- han aseverado que la inspección ha sido una mera formalidad insuficiente para verificar la seguridad del proceso de descarga.
"Nuestro Gobierno ha tratado con severidad el plan del Ejecutivo japonés de liberar agua contaminada bajo el principio absoluto de que la salud y la seguridad de las personas son lo primero", ha insistido el primer ministro.
Las labores de inspección de los tanques de almacenamiento de agua tratada procedente de la central nuclear de Fukushima realizadas durante la última semana por parte de un grupo de expertos surcoreanos llegaron el pasado viernes a su fin, por lo que los expertos regresaron a Seúl donde analizarán si las toneladas de agua tratada son suficientemente seguras para ser vertidas en el mar este verano, tal y como prevén las autoridades japonesas.
El equipo, formado por 21 expertos y encabezado por el presidente de la Comisión de Seguridad y Protección Nuclear, Yoo Guk Hee, trata de despejar las dudas sobre la seguridad del agua durante una visita de seis días, que ha incluido la inspección a las instalaciones para examinar el sistema de purificación del agua y los tanques diseñados para almacenar sustancias radiactivas.
Esta era la primera inspección independiente de este tipo realizada por parte de expertos surcoreanos y se ha producido tras el acuerdo al que llegaron el presidente, Yoon Suk Yeol, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, a principios de este mes.
Esta semana un equipo de expertos del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) se encuentra en Japón para abordar con las autoridades niponas esta propuesta.
El plan japonés incluye diluir el agua contaminada antes de ser vertida al océano para reducir los niveles de tritio a una séptima parte del mínimo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el agua de consumo humano. La central de Fukushima alberga más de 1,3 millones de toneladas de agua del sistema de refrigeración utilizado en respuesta a la fusión de tres reactores tras el terremoto y tsunami de marzo de 2011. La liberación de este agua preocupa a Corea del Sur, China y otros países del Pacífico.