El primer ministro turco, Binali Yildirim
REUTERS
Actualizado: miércoles, 20 diciembre 2017 15:39

COX'S BAZAR (BANGLADESH), 20 (Reuters/EP)

El primer ministro turco, Binali Yildirim, ha denunciado este miércoles que las muertes de musulmanes rohingya a manos de las fuerzas de seguridad birmanas en el estado de Rajine representa un "genocidio", por lo que ha emplazado a la comunidad a garantizar su regreso seguro al lugar que se vieron obligados a abandonar.

Yildirim se ha reunido este miércoles con varios musulmanes rohingya en dos campamentos de refugiados en la localidad bangaldeshí de Cox's Bazar, próxima a la frontera con Birmania. Cerca de 870.000 refugiados rohingya viven en el vecino Bangladesh, de los cuales unos 660.000 llegaron tras la última ola de violencia, que comenzó el 25 de agosto por los ataques de milicianos rohingya contra las fuerzas de seguridad birmanas.

"Las Fuerzas Armadas birmanas han estado intentando expulsar a la comunidad musulmana rohingya de su tierra natal y por eso les persiguen, queman sus hogares, sus aldeas, les violan y abusas de sus mujeres y les matan", ha afirmado el primer ministro turco, en declaraciones a la prensa durante su visita a los campamentos de Cox's Bazar, antes de regresar a Turquía. "Es una forma de genocidio", ha denunciado.

"La comunidad internacional debería trabajar conjuntamente para garantizar su seguridad y un retorno digno a su patria", ha afirmado Yildirim, que ha estado acompañado en su visita por el ministro de Asuntos Exteriores bangladeshí, Abul Hassan Mahmood Ali.

Según los testimonios de rohingyas recabados por Médicos Sin Fronteras (MSF), desde la última ola de violencia, han muerto en Rajine unos 6.700 rohingya por la campaña de las fuerzas de seguridad, que Naciones Unidas ha definido como una "limpieza étnica de manual".

Yildirim ha inaugurado un campamento sanitario en Balujali, patrocinado por Turquía, y ha entregado dos ambulancias a las autoridades locales de Cox's Bazar. Además, ha distribuido alimentos entre los refugiados rohingya del campamento improvisado de Kutupalong.

El primer ministro turco ha emplazado a la comunidad internacional a reforzar el apoyo a los rohingya en Bangladesh y a buscar una solución política a la crisis humanitaria que vive esta comunidad musulmana. Los investigadores de Naciones Unidas han asegurado que han escuchado testimonios "consistentes" de rohingya que definen "un patrón de asesinatos, torturas, violación y incendios intencionados".

Naciones Unidas define el genocidio como un acto destinado a destruir a un grupo religioso, racial, étnico o nacional en parte o de forma total. El término se utiliza en pocas ocasiones en el derecho internacional, aunque sí se ha utilizado en el contexto de la guerra de Bosnia, en la matanza de Srebrenica, en Sudán y con la campaña de Estado Islámico contra los yazidíes en Irak y en Siria.

El viaje de Yildirim llega después del que hizo Emine Erdogan, la primera dama turca, que visitó en septiembre un campo de refugiados rohingya y dijo que la campaña en Rajine contra los rohinya equivale a "un genocidio".

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