JOHANNESBURGO, 11 Sep. (Reuters/EP) -
La primera dama de Zimbabue, Grace Mugabe, ha negado que atacase en agosto a una joven modelo en un hotel de Johannesburgo y ha acusado a esta joven, Gabriella Engels, de agredirla con un cuchillo cuando se encontraba "intoxicada e inestable".
Según Engels, de 20 años, Mugabe la golpeó el 13 de agosto con un cable eléctrico cuando se encontraba en una suite en la que estaba esperando a un hijo de la primera dama, Chatunga Mugabe. Las fotografías difundidas tras el incidente por la madre de la modelo mostraban a su hija con heridas en frente y cabeza, así como abrasiones en el muslo.
El testimonio expuesto el 17 de agosto por la mujer del presidente de Zimbabue daba la vuelta a la historia. Así, Grace Mugabe se presentó como la verdadera víctima y alegó que intervino en favor de sus dos hijos, Chatunga y Robert, ante la amenaza de "una joven borracha".
La primera dama zimbabuense ha desmentido las "acusaciones maliciosas" de Engels y ha asegurado que la modelo la atacó con un cuchillo "después de que le pidiese que dejase el hotel". "La seguridad no tuvo otra opción que expulsar a Engels de la suite", reza el texto.
Según la versión de Mugabe, Engels también se había visto inmersa con anterioridad en una pelea en una discoteca de Johannesburgo y las heridas mostradas en las imágenes serían consecuencia de este altercado y no de la supuesta agresión con el cable.
Un grupo que actúa en defensa de la joven sudafricana, Afriforum, ha salido al paso de esta versión asegurando que "Gabriella nunca atacó a Grace Mugabe de ninguna manera y no participó en la pelea en Taboo". Para esta organización, "está claro que Grace Mugabe intenta desesperadamente eludir responsabilidades por su propio comportamiento violento mediante mentiras que intentan mostrar a la víctima de este caso como la atacante".
El Gobierno sudafricano concedió a la primera dama zimbabuense inmunidad diplomática, lo que le permitió abandonar el país sin enfrentarse a procesamiento alguno. Tanto Engels como Afriforum han recurrido esta decisión, alegando que Mugabe se encontraba en Sudáfrica no por razones oficiales sino privadas y que las leyes de inmunidad diplomática no cubren un "delito grave" como éste.