Foto: GOBIERNO DE TAILANDIA
BANGKOK, 7 Dic. (Reuters/EP) -
La primera ministra tailandesa, Yingluck Shinawatra, ha descartado el regreso al país de su hermano y ex primer ministro Thaksin Shinawatra, al tiempo que ha anunciado que la ley de amnistía que hubiera permitido el retorno del exmandatario ha sido retirada y no volverá a plantearse.
Yingluck ha asegurado que ni su hermano Thaksin ni su millonaria familia tienen hambre de poder y que lo único que desean es que el país siga siendo una democracia y continúe en paz. Desde hace varias semanas, el país está sufriendo una ola de manifestaciones que exigen la renuncia de Yingluck por la polémica ley de amnistía.
"Ahora mismo, no creo que quiera continuar en política, le gustaría ver justicia para todos para asegurarnos de que podemos trabajar juntos y encontrar una solución a largo plazo para Tailandia", ha afirmado la jefa del Gobierno, en una entrevista concedida a varios medios extranjeros.
"Mi familia no quiere mantener el poder para nosotros. Cualquier opción para la mayoría a favor de la paz y de hacer avanzar el país como democracia, la adoptaremos", ha asegurado. "Puedo decir ahora mismo que no queremos ningún obstáculo para la paz en el país. Queremos una solución para todos", ha afirmado Yingluck.
La primera ministra ha hecho hincapié en que el malestar social que vive Tailandia no se debe al posible regreso de su hermano sino al golpe de Estado que acabó con su mandato en 2006. En esta misma línea, no ha querido pronunciarse sobre las personas o partidos que estarían intentando derrocar a su Gobierno.
"No comento persona por persona, pero el conflicto empezó con el golpe de Estado y todavía no se ha resuelto", ha afirmado. Las últimas protestas han venido provocadas por la decisión del Gobierno de impulsar una ley de amnistía que podría permitir la vuelta al país del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, condenado en rebeldía en 2008 a prisión por cargos de corrupción.
"No volveremos a sacar la ley de amnistía", ha afirmado. "Si no nos comprometemos con lo que decimos, el pueblo no nos aceptará más", ha añadido. Después de varios días de calma en las calles por la conmemoración del cumpleaños del rey, los manifestantes han anunciado que retomarán las protestas el próximo lunes para exigir la salida del Gobierno y la creación de un consejo popular para administrar el país.
"No sé cómo podemos cumplir la petición de los manifestantes porque no está contemplada en la Constitución, no es democrática", ha subrayado. "No sé cómo podemos hacer avanzar a Tailandia con esto. No sería aceptable a nivel internacional", ha explicado.
Yingluck ha afirmado que ha pedido a los líderes de la cúpula militar que les acompañen en las conversaciones con el líder de las protestas, el ex viceprimer ministro Suthep Thaugsuban pero con la única tarea de escuchar "no mediar" porque no se trataba de una negociación.
"Haremos lo que podamos para proteger la sede del Gobierno de manera pacífica. Dejando claro eso, no cambiaremos la protección de la sede del Gobierno por un derramamiento de sangre", ha afirmado la jefa del Ejecutivo, antes de advertir de que quienes incumplan la ley tendrá que pagar las consecuencias
"Vemos a las demandas de los manifestantes y las divisiones en Tailandia y eso duele, creo que está dañando a cada persona que está viendo estos acontecimientos", ha concluido.