MADRID 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
La primera audiencia pública celebrada este miércoles en la Cámara de Representantes de Estados Unidos en el marco de una nueva fase del proceso de 'impeachment' contra el presidente, Donald Trump', destaca los intereses electoralistas del magnate por encima de la relación entre Washington y Ucrania.
El embajador norteamericano en Kiev, William Taylor, ha relatado durante su testimonio que, a través de un ayudante suyo que escuchó una conversación telefónica entre Trump y el embajador del país en la UE, Gordon Sondland, pudo saber que el presidente preguntó al diplomático por las "investigaciones" y que éste respondió que los ucranianos estaban "preparados para seguir adelante".
Al día siguiente, el ayudante preguntó directamente a Sondland qué pensaba Trump sobre Ucrania. "Le respondió que al dirigente le importaban más las investigaciones sobre el exvicepresidente Joe Biden y su hijo, Hunter, para las que (el abogado personal de Trump) Giuliani estaba presionando".
Las palabras de Taylor relacionan de forma más directa a Trump con lo que el embajador ha descrito con vívidos detalles como un "esfuerzo altamente irregular" de colocar los intereses políticos del presidente en el centro de la política estadounidense sobre Ucrania.
"No creo que Trump estuviera tratando de acabar con la corrupción en Ucrania", ha aseverado el congresista demócrata Jim Himes. "Creo que lo que trataba de apuntar es la corrupción en Ucrania hacia el exvicepresidente Biden y las elecciones de 2020", ha añadido.
"¿Si no es una conducta propia de un 'impeachment', qué es?", ha espetado el presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff.
El testimonio del embajador reafirman las palabras de su comparecencia a puerta cerrada durante la investigación sobre el 'impeachment', donde dijo que Trump estaba condicionándolo "todo" por una investigación contra los Biden en el marco de las relaciones entre Washington y Kiev --incluida la ayuda militar y una reunión en la Casa Blanca con el presidente ucraniano--. Además, ha dejado claro que los propios ucranianos eran consciente de esto en ese momento.
Estas declaraciones suscitan dudas sobre qué le decía Trump a los diplomáticos estadounidenses que trabajaban en cuestiones de política exterior sobre Ucrania y muestran fisuras en la versión del presidente, que aseguró que trataba de acabar con la corrupción en el país.
El testimonio del responsable de la política exterior hacia Ucrania en el Departamento de Estado, George Kent --que ha recalcado que Trump únicamente buscaba "encontrar mierda" de un rival político para utilizarla en el marco de las elecciones--, se suma al de Taylor, que ha insistido en que "no existen buenas razones políticas" ni "buenas razones se seguridad nacional" para retener la ayuda militar a Ucrania incluso a pesar de que la Casa Blanca haya reiterado que había motivos legítimos para hacerlo, según ha informado la cadena de noticias CNN.
Por su parte, el máximo representante del Partido Republicano en la comisión, Devin Nunes, ha aludido a posibles conspiraciones y ha aventurado que los demócratas se habrían puesto de acuerdo con Ucrania para interferir en los comicios de 2016 e intentar así que Trump perdiera las elecciones.
MULVANEY EN EL OJO DEL HURACÁN
El jefe de gabinete interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, continúa en el ojo del huracán después de que su nombre saliera a relucir en varias ocasiones durante las vistas. Ha sido identificado por los testigos como uno de los principales "jugadores" a la hora de decidir retener la ayuda a Ucrania.
Asimismo, la rueda de prensa en la que admitió que hubo un 'quid pro quo' también ha sido mencionada a pesar de que éste negó después haberlo dicho. Esto constituye una señal de que los demócratas podrían estar tratando de demostrar el papel ejercido por Mulvaney a la hora de presionar a Ucrania para que investigara a sus rivales políticos.
Mulvaney, por su parte, ha anunciado que presentará una demanda en su intento por evitar declarar ante las comisiones de la Cámara Baja en el marco del proceso de 'impeachment' contra el presidente. Además, sus maniobras legales para evitar comparecer han suscitado reacciones negativas en la Casa Blanca.
Después de escuchar los testimonios de Taylor y Kent, la situación de Sondland ha variado ligeramente. La conversación que mantuvo con Trump será sometida a un nuevo escrutinio después de la vista de este miércoles.
Los republicanos han descrito en varias ocasiones las palabras de Taylor como un conjunto de comentarios que ha ido repitiendo tras escucharlo de terceras personas. Muchos de ellos han insistido en que las declaraciones no servirían como pruebas en el marco de un juicio.
'IMPEACHMENT'
La Cámara de Representantes se ha convertido en el epicentro de la política estadounidense al acoger las sesiones de la comisión mixta que intenta determinar desde hace meses si hay base legal para presentar cargos contra Trump y desatar un proceso de 'impeachment' que podría acabar con su cese a apenas un año de las próximas elecciones presidenciales.
En estos meses, la comisión ha interrogado a puerta cerrada a los testigos de las supuestas maniobras de Trump y sus colaboradores más cercanos para conseguir que las autoridades ucranianas abrieran una investigación oficial contra Biden y su hijo Hunter por presunta corrupción en sus negocios con una empresa energética de Ucrania.
Las alarmas se activaron cuando se conoció el contenido de una conversación telefónica que tuvo lugar el pasado 25 de julio entre Trump y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski. "Lo que puedas hacer con el fiscal general estará genial", le dijo el magnate neoyorquino, de acuerdo con la transcripción difundida por la propia Casa Blanca.
Ahora, en esta serie de audiencias públicas que se desarrollarán entre este miércoles, el viernes y la próxima semana, el Congreso indagará si Trump trató de condicionar la ayuda militar que Estados Unidos proporciona a Ucrania, en el marco del conflicto armado en Donbás y la anexión rusa de Crimea, a las investigaciones contra el exvicepresidente demócrata y su hijo.