MONTEVIDEO 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las cinco familias sirias que esperaban a ser acogidas como refugiados por Uruguay han llegado finalmente este jueves al país sudamericano y ya se han instalado en la Casa San José de Los Hermanos Maristas, que será su nuevo hogar durante dos meses, en los que recibirán clases de español y sobre las costumbres locales.
Se trata en total de 42 personas: una pareja con diez hijos; un matrimonio joven con cuatro hijos pequeños; una familia de 14 integrantes compuesta por un matrimonio y 12 hijos desde adultos a escolares; una familia de cuatro integrantes; y otra de seis integrantes con una mujer viuda y cinco hijos. El Gobierno uruguayo tiene previsto acoger a un total de 114 refugiados sirios.
Tras un viaje de cerca de 30 horas desde Líbano y los trámites migratorios correspondientes, los ciudadanos sirios han sido trasladados en un autobús --al que ha acompañado un fuerte dispositivo de seguridad-- hasta su hogar de acogida en el barrio de Villa García, ubicado en la capital del país, Montevideo.
Una vez transcurrida su estancia en la Casa San José, los sirios serán realojados en pequeños grupos en distintas localidades del interior o zonas suburbanas de Montevideo donde "tendrán todas las comodidades de una ciudad pero sin el agobio de la capital", según una información del Gobierno que publica el diario uruguayo 'El País'.
Hussein Alali Alfleg, un joven sirio que vive en Uruguay desde hace varios meses y que habla español, será quien ayude a estas familias a insertarse en la sociedad uruguaya, evitando la creación de colonias. También han sido acompañados por un grupo de tres intérpretes de la lengua árabe.
"Se sienten inmensamente agradecidos al Uruguay, no tiene proporción el agradecimiento que tienen. Ellos sienten que han salido de un infierno", ha dicho el presidente, José Mujica, que ha acompañado a las familias durante parte de la mañana, en la que los niños han aprovechado incluso para jugar al fútbol en el patio de la casa de acogida.
"NO SE CONSTRUIRÁ UNA MEZQUITA"
Por su parte, el director de Derechos Humanos del Gobierno uruguayo, Javier Miranda, ha explicado que los sirios "van a poder expresar su religión pero no se va a construir una mezquita". Este funcionario ha sido quien instrumentó el traslado y quien comandará el plan de reasentamiento de dos años, que tendrá un coste de 2 millones de dólares.
En Uruguay viven unos 250 refugiados, principalmente colombianos y personas del continente africano que llegaron al país solos o con sus familias escapando de conflictos armados o situaciones de vida precarias, según informa la agencia Reuters.
El país cuenta desde 2007 con una ley que otorga derechos y deberes a los refugiados, quienes pueden elegir quedarse en el país o volver a su nación de origen.
Los refugiados han viajado acompañados del secretario uruguayo de Derechos Humanos, Javier Miranda, de la directora de Derechos Humanos del Ministerio de Exteriores, Alejandra Costa, y de la médica del Ministerio de Salud, Marlen Lezica.
LA DECISIÓN DEL GOBIERNO
Uruguay recibirá a un total de 114 refugiados sirios, entre los que se encuentran el grupo que ha llegado este jueves y unos 80 que llegarán el próximo mes de febrero, según informó el Gobierno.
La medida de que Uruguay acoja a niños sirios surgió cuando el canciller, Luis Almagro, visitó países de Oriente Próximo donde conoció campos de refugiados con cientos de miles de sirios que huyen de la guerra civil en su país. Después, Mujica envió una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, trasladándole la propuesta.
"No son los mismos niños pero son la misma dimensión del problema de los niños que se acercaron a nosotros en el campo de refugiados de Jordania", ha indicado este jueves Almagro.
La situación de la guerra civil Siria se prolonga ya por tres años y tiene hoy los más altos niveles de desplazamiento forzado, con más de nueve millones de sus habitantes desarraigados, de acuerdo con información oficial de ACNUR.
Mujica buscaría con este gesto dar ejemplo al resto del mundo ya que considera que, sola, la ayuda alimentaria no soluciona nada. El presidente de Uruguay tiene previsto solicitar a la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, su avión presidencial para el traslado de los niños.