BEIRUT, 10 Nov. (Reuters/EP) -
El gran muftí de Líbano y principal autoridad religiosa suní del país, Abdul Latif Derian, ha pedido a la población que fomente la "unidad nacional" ante las "difíciles circunstancias" que atraviesa el país, tras la sorprendente dimisión del primer ministro, Saad Hariri, y en medio de un cruce de acusaciones entre las fuerzas libanesas chiíes (afines a Irán) y suníes (afines al reino árabe).
El clérigo se ha negado a adoptar una postura más concreta más allá de su llamada a la unidad y ha descrito las relaciones entre Beirut y Riad de "históricas y fraternales".
El presidente de Líbano, Michel Aoun, ha pedido aclaraciones sobre la situación actual de Hariri, que según medios afines al partido milicia chií Hezbolá podría estar detenido a pesar de que Francia, país mediador en la crisis política abierta en Beirut, dice que goza de libertad de movimientos.
Así se lo ha hecho saber Aoun al encargado de negocios del Ministerio de Exteriores saudí en Líbano, Waleed bin Abdullah Bukhari, y al embajador de Emiratos Árabes Unidos, Hamad Saeed Sultan Al Shamsi, horas después del aviso de estos dos países -- junto a Bahréin y Kuwait -- a sus ciudadanos para que no viajen a Líbano ante la enorme tensión política que padece el país.