Culpa a los políticos de crear la trama que generó 2.000 millones de dólares de pérdidas
RÍO DE JANEIRO, 5 May. (EUROPA PRESS) -
El ex director de Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa, principal delator de la 'Operación Lava Jato' y uno de los cabecillas de la trama corrupta, ha confesado este martes que se arrepiente "amargamente" de lo que pasó y que espera que el escándalo sirva para cambiar la manera en la que funcionan las cosas en Brasil.
"Me arrepiento amargamente de lo que pasó. Mi familia está sufriendo y yo estoy sufriendo. Espero que ese sufrimiento sea útil para pasar a limpio muchas cosas. Lo que pasó en Petrobras no lo hizo sólo un director. El origen está en los malos políticos que hicieron eso. Es una oportunidad para romper un sistema podrido", ha dicho.
Costa ha hecho estas declaraciones en la comisión de investigación del Congreso que trata el caso. Es la tercera vez que acude, aunque en las dos ocasiones anteriores se negó a responder las preguntas de los diputados, la mayoría de ellos pertenecientes a partidos que de una forma u otra están implicados en la trama de sobornos.
Según Costa los problemas en Petrobras empezaron con la interferencia política en la gestión de la empresa, ya que en su opinión, no se llega a la dirección de la compañía sin el apoyo del partido, refiriéndose en este caso al Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
Costa ha confirmado lo que ya había dicho en sus declaraciones a la Policía Federal: ayudó a desviar dinero para la campaña de Eduardo Campos (Partido Socialista) para el Gobierno del estado de Pernambuco en 2010, y para el entonces presidente nacional del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Sérgio Guerra, también en 2010, para obstaculizar el trabajo de la comisión que investigaba a Petrobras en aquella época.
Pero entre todas las confesiones destaca, una vez más, su afirmación de que desvió dos millones de reales (más de 650.000 dólares) para financiar la campaña electoral de Rousseff en 2010 a través del Partido Progresista (PP). El tesorero del PT, João Vaccari Neto, fue detenido recientemente por la Policía por participar en el esquema y concretamente en la financiación ilegal de esa campaña.
Cuando los parlamentarios de la comisión de investigación le han pedido a Costa que intentara acordarse de más nombres de políticos involucrados éste ha confesado que tenía dificultades en recordarlos. "Son tantos que se me escapan los nombres", ha dicho, lo que ha provocado risas entre los diputados, a pesar de que sus partidos están salpicados por el escándalo.
Entre ellos destaca, además del PT, el PMDB, que tiene involucrados, entre otros al presidente del Senado, Renan Calheiros; al ex ministro de Minas y Energía, Edison Lobão; al gobernador del estado de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, y a su predecesor, Sergio Cabral.
Costa ha asegurado que la "génesis del agujero" está en Brasilia, en referencia al origen político de la trama corrupta: "No fue Petrobras quien inventó el cártel de empresas, no fue el director el que lo inventó", ha dicho, aunque también ha querido remarcar que los problemas de Petrobras no sólo tienen que ver con la corrupción.
"No me estoy eximiendo de ninguna culpa (*) Pero hay que entender que la Lava Jato representa sólo el 10% [del agujero]", ha asegurado, recordando que cuando era director propuso reajustar al alza los precios de la gasolina y el diesel, una posibilidad que siempre fue descartada por el expresidente del Consejo de Administración, el ex ministro de Economía y Hacienda Guido Mantega.
CUMPLE CONDENA EN CASA
Costa, que ha acudido a la comisión parlamentaria acompañada de cinco abogados, es junto con el cambista Alberto Yousseff el principal delator de la Operación Lava Jato. Gracias a sus declaraciones se ha producido un goteo de detenciones entre políticos y empresarios y se ha empezado a conocer la dimensión real del esquema corrupto.
Según estimaciones de la propia compañía, la trama que inflaba el valor de los contratos con empresas y repartía sobornos a los políticos ha causado unas pérdidas por valor de 2.000 millones de dólares y ha hecho que la compañía cierre por primera vez desde 1991 un año en números rojos, 7.100 millones de dólares de pérdidas.
Costa ha sido recientemente condenado a siete años y seis meses de prisión por pertenencia a organización criminal y lavado de dinero, aunque cumplirá condena en su domicilio, controlado por una tobillera electrónica, y en octubre de 2016 pasará a régimen abierto en condiciones que se fijarán en su momento, según estimó el juez responsable del caso, Sérgio Moro.