MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Partido Republicano del Pueblo (CHP), principal formación opositora en Turquía, ha anunciado este viernes que recurrirá ante el Consejo de Estado -- el tribunal encargado de lidiar acusaciones contra el Gobierno y sus instituciones -- el resultado del referéndum del pasado fin de semana por supuestas irregularidades a favor del presidente Recep Tayyip Erdogan, vencedor del plebiscito.
El CHP presentará una apelación contra la decisión de la Junta Electoral de Turquía (YSK) de admitir papeletas sin sellar en el plebiscito y exigirá que los resultados finales -- que en principio se esperan para la semana próxima, once o doce días después de la votación -- queden aplazados hasta que el Consejo se pronuncie.
"Lo que vamos a demandar es la cancelación de la decisión de la Junta", ha anunciado el vicepresidente del CHP, Bulent Tezcan, en una declaración recogida por los medios turcos. "Tenemos la intención de seguir hasta el final en nuestra batalla para proteger los derechos de 49 millones de votantes", ha hecho saber Tezcan, según tal y como recoge el medio 'Hurriyet'.
El YSK, la máxima instancia del país en cuestiones electorales, desestimó tanto la impugnación presentada por el CHP como por la segunda fuerza opositora del país, el Partido Democrático Popular.
Los recursos de la oposición se basaban, sobre todo, en la decisión del Consejo Supremo Electoral de admitir como válidas una serie de papeletas que se introdujeron en las urnas sin estar selladas, lo que, según su argumento, arroja dudas sobre su origen.
El CHP ha amenazado incluso con abandonar sus 133 escaños, que le convierten en la segunda fuerza parlamentaria, en señal de protesta por las supuestas irregularidades en el referéndum. Sin embargo, poco después un portavoz ha aclarado en CNN Turk que no lo harán.
El 'sí' ganó con un 51 por ciento de los votos, un estrecho margen que ha desatado protestas en las principales ciudades turcas por denuncias de fraude electoral que han sido respaldas por los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Consejo de Europa, entre otros.
Los cambios en la Carta Magna permitirán al actual presidente, Recep Tayyip Erdogan, derribar el sistema parlamentario que rige en Turquía desde 1950 y sustituirlo por uno presidencialista que le otorgará un amplio control sobre el Parlamento y la judicatura.