RIAD, 27 Oct. (Reuters/EP) -
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamad bin Salmán, ha descrito este jueves la crisis diplomática con Qatar como "un problema muy, muy pequeño", a pesar del estancamiento de los intentos de mediación llevados a cabo por Kuwait.
"Estamos comprometidos con tener un país seguro, lejos de cualquier alteración. Diré una cosa, y es que Arabia Saudí el único país de Oriente Próximo donde hay seguridad y estabilidad desde hace cerca de un siglo", ha dicho.
En una entrevista concedida a la agencia británica de noticias Reuters, Bin Salmán -quien es además viceprimer ministro y ministro de Defensa-- ha subrayado además que "Arabia Saudí ha surgido más poderoso de cada problema en Oriente Próximo y en el mundo".
Las palabras del príncipe heredero saudí llegan dos días después de que el emir de Kuwait, Sabá al Ahmad al Jaber al Sabá, pidiera "proteger" el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (anteriormente conocido como CCG), en el marco de la crisis diplomática.
Al Sabá está llevando a cabo labores de mediación en la crisis desatada entre Qatar y los gobiernos de Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos (EAU), que acusan a Doha de apoyar el terrorismo, lo que es rechazado por las autoridades qataríes.
Previamente, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, afirmó que Arabia Saudí no está dispuesto por el momento a iniciar discusiones con Qatar para resolver la crisis diplomática en la región.
En una rueda de prensa junto al ministro de Exteriores qatarí, Mohammed bin Abdulrahman al Zani, Tillerson destacó la importancia de que el CCG "siga buscando la unidad".
Por su parte, Al Zani reiteró la disposición de Doha a participar en un diálogo, resaltando que "el CCG es bastante importante para la seguridad colectiva (...) y sería la víctima de la crisis".
LA CRISIS DIPLOMÁTICA
Los gobiernos de Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y EAU anunciaron en junio la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Qatar, acusando a Doha de "apoyar el terrorismo".
A la medida se sumaron después Maldivas, Mauritania, el Gobierno de Yemen reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi, y el gobierno asentado en el este de Libia. Asimismo, Jordania y Yibuti han reducido su representación diplomática en Doha.
Qatar ha reiterado en numerosas ocasiones su disposición a negociar con estos cuatro países para lograr un acuerdo, si bien todos ellos han manifestado que sus exigencias "no son negociables", reclamando a Doha que las acepte en su totalidad para solucionar la situación.
Las tensiones entre Qatar y varios países del Golfo se han deteriorado en los últimos meses, a raíz de que la agencia estatal qatarí de noticias, QNA, publicara unas declaraciones del emir en las que criticaba la postura de los países del Golfo contra Irán y hablaba de "tensiones" con Estados Unidos.
Inmediatamente después, QNA denunció haber sufrido un ataque informático y negó la veracidad de la nota publicada, pese a lo cual medios de Arabia Saudí y EAU continuaron informando acerca de las presuntas declaraciones de Hamad bin Jalifa al Zani.
Este hecho provocó las críticas de Doha, lo que llevó a varios países --Arabia Saudí, EAU, Egipto y Bahréin-- a bloquear el acceso a diversos medios qataríes, entre ellos Al Yazira.
Posteriormente, el fiscal general de Qatar, Alí bin Fetais al Marri, anunció que Arabia Saudí y sus aliados fueron los responsables del ataque informático contra QNA.
Las relaciones entre Qatar y otros países del Golfo ya sufrieron un periodo de tensión en 2014 debido al supuesto apoyo de Doha a Hermanos Musulmanes, organización ilegalizada en la mayoría de los países del golfo.
Sin embargo, en dicha ocasión las medidas no fueron tan duras, y sólo implicaron la retirada de los embajadores. En esta ocasión, ha supuesto además la expulsión de ciudadanos del país, así como el cierre de las vías a medios de transporte llegados de Qatar.