LONDRES 12 Sep. (Reuters/EP) -
La formación de la oposición en Reino Unido, el Partido Laborista, espera este sábado coronar al legislador de izquierdas Jeremy Corbyn como su nuevo líder después de un sorprendente aumento del apoyo a su plataforma antiausteridad y pese a los temores de que hará que durante años el partido no sea elegible.
Corbyn, veterano parlamentario de 66 años y que hasta hace unos meses era relativamente desconocido, ha conseguido generar un fuerte apetito dentro de su partido para una alternativa radical a la agenda de austeridad del primer ministro conservador, David Cameron.
"Tiene que haber inversión pública para que haya crecimiento económico", ha asegurado el candidato al liderazgo de los laboristas a la prensa en el final de una triunfante campaña electoral en Londres. "No se puede recortar el camino a la prosperidad, sino que se debe hacer crecer el camino a la prosperidad", ha añadido.
El ganador de la votación interna entre los miembros del partido y los afiliados registrados se espera conocer en torno a las 11.30 (hora local). La perspectiva de un regreso a las raíces socialistas del partido ha levantado serias advertencias de que serán aniquilados en las elecciones nacionales de 2020 por un público que en mayo decidió permitir a Cameron hacerse con un segundo mandato con el compromiso de recortar gastos.
"El partido está caminando a ciegas con los brazos extendidos en el borde de un acantilado que acaba en piedras puntiagudas", ha advertido el ex primer ministro laborista centrista Tony Blair en una de sus cada vez más habituales intervenciones en las que pide desesperadamente a los votantes que detengan la subida de Corbyn.
Pero con el compromiso de aumentar en lugar de recortar la inversión pública, Corbyn ha encontrado el favor entre los desilusionados votantes jóvenes tras casi dos décadas luchando por el terreno del centro político.
Combinado esto con la apertura de la votación para elegir al líder de los laboristas, extendiendo la participación a los no miembros, Corbyn se ha visto impulsado hasta colocarse por delante de sus tres rivales: dos exministros, Yvette Cooper y Andy Burnham, ambos que han hecho campaña en plataformas fiscales moderadas similares a la fallida del exlíder de centro-izquierda Ed Miliban, y Liz Kendall, que busca emular el rotundo tono centrista de Blair.