ADDIS ABEBA, 8 Ago. (DPA/EP) -
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas ha retomado este lunes su labor en la región etiope de Tigray, después de paralizarla hace ya varios meses tras detectar el desvío de parte de estos suministros, algunos de los cuales terminaban a la venta en mercados locales pese a las elevadas necesidades humanitarias de esta zona.
La agencia, que ha aclarado que se trata de una reanudación parcial, a pequeña escala, confía en que los nuevos controles y protocolos establecidos sobre esta ayuda permitan que lleguen "a las mujeres, los hombres y los niños que más lo necesitan", según una portavoz de la organización.
Los beneficiaros quedarán registrados de manera digital, mientras que las bolsas llevarán distintivos y los colaboradores del PMA sobre el terreno recibirán una formación específica, entre otras medidas destinadas a evitar la posible corrupción.
La ONU estima que unos 20 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en Etiopía, una sexta parte de la población total. En el caso de Tigray, la región ha sido foco recurrente de combates entre las fuerzas del Gobierno y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), si bien las tensiones se han relajado tras un acuerdo entre las partes.