SIDNEY 3 Abr. (Reuters/EP) -
El esfuerzo de Australia para mejorar las vidas de la empobrecida población indígena está siendo socavado por un programa de ayuda centralista, burocratizado y en ocasiones culturalmente inapropiado, según ha comunicado Naciones Unidas este lunes.
Muchos indicadores sociales y económicos dejan la última posición a los australianos aborígenes y de las Islas del estrecho de Torres, lo que exacerba la tensión en las comunidades que pertenecen a la civilización más antigua del mundo.
Australia ha invertido miles de millones de dólares con el fin de mejorar el bienestar de su población indígena, ha indicado la relatora especial sobre los derechos de los indígenas en Naciones Unidas, Victoria Tauli Corpuz, que ha afirmado que las buenas intenciones se contrarestan con una mala política.
"El efecto agravante de estas políticas ha contribuido al fracaso en la consecución de los objetivos en las áreas de salud, educación y empleo", ha dicho Tauli Corpuz en Canberra, después de dos semanas de visita en el país.
Tauli Corpuz ha criticado la decisión de canalizar la ayuda a través de la oficina del primer ministro, Malcolm Turnbull, describiendo el proceso como "burocrático, rígido y que delpilfarra los recursos".
Australia ha afirmado haber incumplido casi todos los objetivos de mejora de la vida de su población indígena, que comprenden la reducción de la tasa de mortalidad infantil, la escolarización de menores o la inmersión laboral de los adultos.
Los aborígenes se enfrenta a una brecha de 10 años en la esperanza de vida frente al resto de australianos y constituyen el 27 por ciento de la población carcelaria, pese a ser sólo el tres por ciento de la población total del país.