BUCAREST 26 Jun. (Reuters/EP) -
Después de que el primer ministro rumano, Victor Ponta, anunciara que se ausentaría del país durante un mes debido a razones médicas ha dado pie a numerosas especulaciones sobre los verdaderos motivos para abandonar el país y ha generado preocupación entre sus aliados sobre el futuro político del mandatario.
Ponta, de 42 años, ingresó en un lujoso hospital de Estambul pocos días después de que varios fiscales anticorrupción incluyeran su nombre en la lista de sospechosos de una investigación sobre falsificación y blanqueo de capitales. Desde su habitación en el hospital, Ponta, que niega las acusaciones de los fiscales, ha subrayado que su ausencia no tiene nada que ver con la investigación sino con la intervención de rodilla y el posoperatorio.
Sin embargo, la opinión pública rumana considera muy extrañas varias circunstancias sobre la marcha de Ponta, especialmente que el primer ministro no informara con anterioridad al presidente, Klaus Iohannis, uno de sus rivales políticos, de que iba a ausentarse por tanto tiempo del país, a pesar de que no se trata de una operación que ponga en peligro su vida.
"Como viejo amigo suyo, le recomendé que debería encontrar alguna forma de volver a su país para recuperarse" de la operación, ha manifestado Liviu Dragnea, coordinador político del Partido Socialdemócrata, formación a la que pertenece Ponta, y uno de sus principales aliados. "Cualquier día adicional no es beneficioso ni para él ni para nosotros como partido, ni bueno para el Gobierno o para la estabilidad del país", ha asegurado Dragnea, que dimitió en mayo tras ser condenado a un año de cárcel por fraude electoral.
Ponta ha afirmado que sufrió una pequeña lesión de rodilla el mes pasado mientras jugaba al baloncesto en Rumanía. El mandatario ingresó en el hospital de Estambul después de asistir a un evento deportivo en Bakú, capital de Azerbaiyán.
Sus oponentes han asegurado que el tratamiento médico ha sido una excusa para trasladarse a un país fuera de la Unión Europea donde la extradición puede ser complicada. El mandatario ha calificado estas acusaciones de "imbecilidades" y ha publicado en Internet un extenso comunicado médico sobre su tratamiento así como varios mensajes del hospital. Ponta no acudió a la audiencia sobre su investigación el 15 de junio en la oficina de la Fiscalía.
El primer ministro rumano ha asegurado que necesita hasta un mes de recuperación en las instalaciones del hospital Medipol en Estambul, posoperatorio que incluye revisiones médicas y fisioterapia. Ponta ha delegado temporalmente sus poderes en el vicepresidente, Gabriel Oprea.
Un miembro del partido de Ponta ha asegurado a Reuters que se celebrarán varias reuniones a principios de la próxima semana para abordar su estrategia mientras el primer ministro está en el extranjero. "Quiere volver a casa tan pronto como sea posible", ha asegurado un miembro del Partido Socialdemócrata, que ha pedido no ser identificado.
Muchos ciudadanos del país han reaccionado con desprecio en las redes sociales a la ausencia del primer ministro y se han burlado de sus explicaciones. "Mucha gente desea verte pronto en casa, especialmente la Fiscalía", ha publicado un usuario llamado Dragan Edi en el perfil de Ponta en la red social Facebook.