MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente saliente de Costa Rica, Carlos Alvarado, ha afirmado que no podrá vetar la reforma que impedirá a los periodistas informar de causas penales abiertas, conocida como 'ley mordaza', por el inminente traspaso de mando, mientras que el mandatario entrante, Rodrigo Chaves, no ha definido aún su posición.
Alvarado ha alegado que no podrá vetar la ley por razones burocráticas, ya que no daría tiempo a cubrir todos los trámites antes de dejar la Presidencia el domingo. Aún restaría la firma de algunos exdiputados y, después, los ministerios implicados deberían emitir un informe.
"No es que llega la ley y yo digo 'se veta'. Tiene que venir con el respaldo del criterio jurídico de ministerios", ha explicado, recordando también que tiene "una centena de decretos y otras leyes" sobre la mesa pendiente de firma, según el diario 'La Nación'.
Alvarado, periodista de profesión, ha defendido que debe haber "una expansión máxiam en maeria de libertad de prensa", lo que pasa por tener en cuenta "el interés público". No obstante, ha dicho que como presidente debe ser "responsable" y ceñirse al "procedimiento constitucional".
El sucesor de Alvarado, Rodrigo Chaves, ha evitado por ahora pronunciarse sobre esta ley y, durante la reciente presentación de su Gobierno, afirmó que antes correspondía al actual presidente decidir si "vetar, firmar o esperar" al cambio de mando.
Chaves abogó por no "especular" y reconoció que debería decidir entre "dos bienes que se deben tutelar"; por un lado la libertad de prensa y por otro la "privacidad". El Colegio de Periodistas de Costa Rica ha criticado la reforma por entender que limitaría en exceso la labor informativa.